Confirmado por Hacienda: esta nueva deducción beneficiará a miles de trabajadores en la Renta de 2026
Miles de trabajadores españoles con salarios inferiores a los 18.276 euros anuales podrán beneficiarse de una nueva deducción fiscal de hasta 340 euros en su declaración de la renta, gracias a la reciente publicación de la Ley 5/2025 en el Boletín Oficial del Estado. Esta medida, que tendrá efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2025, está especialmente dirigida a quienes perciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y verán reflejada esta rebaja fiscal en la declaración que presentarán en 2026.
La norma establece dos requisitos fundamentales para poder acceder a este beneficio fiscal. Por un lado, los ingresos por trabajo no pueden superar los 18.276 euros anuales y, por otro, las rentas adicionales como alquileres o rendimientos financieros deben mantenerse por debajo de los 6.500 euros al año. El importe de la deducción no es fijo, sino que se calcula en función del nivel salarial, alcanzando su máximo de 340 euros para quienes ganen 16.576 euros o menos, mientras que se reduce progresivamente para salarios superiores.
Según han explicado fuentes del Ministerio de Hacienda, el principal objetivo de esta iniciativa es "garantizar que ningún trabajador a tiempo completo que cobre el SMI pague IRPF por primera vez debido a la subida salarial". La aplicación de esta deducción será automática, sin necesidad de realizar ningún trámite adicional, aunque la Agencia Tributaria recomienda revisar cuidadosamente el borrador antes de confirmarlo para comprobar que se han aplicado correctamente todas las deducciones correspondientes.
Cómo se aplica la deducción en función del salario
La nueva deducción fiscal presenta un sistema escalonado que beneficia especialmente a los trabajadores con menores ingresos. Para aquellos que perciben hasta 16.576 euros al año, la deducción alcanzará el máximo de 340 euros íntegros. Sin embargo, para salarios comprendidos entre 16.576 y 18.276 euros, el importe se reduce gradualmente, restando 0,20 euros por cada euro adicional que supere el umbral inferior.
Esta fórmula progresiva asegura que el beneficio fiscal se concentre en los tramos de renta más bajos. Por ejemplo, un trabajador con un salario anual de 17.000 euros tendría derecho a una deducción de 255,20 euros, mientras que otro con ingresos de 18.000 euros recibiría apenas 55,20 euros. Al superar los 18.276 euros, la deducción desaparece completamente, estableciendo un límite claro para su aplicación.
Es importante destacar que la propia ley establece que "la deducción no podrá superar nunca la parte proporcional de la cuota íntegra estatal y autonómica", ni tampoco ser mayor que los impuestos que correspondan pagar exclusivamente por los ingresos del trabajo. Esto significa que, en ningún caso, la aplicación de esta deducción generará un saldo a favor del contribuyente.
Calendario de aplicación y efectos retroactivos
Aunque la Ley 5/2025 entró formalmente en vigor en julio de 2025, sus efectos serán retroactivos desde el 1 de enero del mismo año. Esta retroactividad garantiza que los beneficiarios puedan aplicar la deducción sobre la totalidad de los ingresos obtenidos durante este ejercicio fiscal, maximizando así su impacto positivo en las economías familiares más vulnerables.
La medida tendrá su reflejo práctico en la campaña de la Renta de 2025, que se presentará durante los meses de abril a junio de 2026. Para entonces, la Agencia Tributaria ya habrá implementado los cambios necesarios en su sistema informático para que la deducción aparezca automáticamente en los borradores de declaración de todos los contribuyentes que cumplan con los requisitos establecidos.
Según estimaciones preliminares del Ministerio de Hacienda, esta iniciativa podría beneficiar a más de tres millones de trabajadores en toda España, principalmente aquellos con contratos a tiempo completo que perciben el Salario Mínimo Interprofesional, fijado actualmente en 15.876 euros anuales para 2025.
Requisitos adicionales y compatibilidad con otras deducciones
Para poder beneficiarse de esta nueva deducción fiscal, los contribuyentes deben cumplir estrictamente con los dos requisitos fundamentales establecidos en la ley. El primero, como ya se ha mencionado, es tener unos rendimientos íntegros del trabajo inferiores a 18.276 euros. El segundo requisito exige que el resto de rentas, excluyendo las exentas, no superen los 6.500 euros anuales.
Esta segunda condición resulta particularmente relevante, ya que excluye a aquellos contribuyentes que, aun teniendo salarios bajos, obtienen ingresos significativos por otras vías, como alquileres, dividendos, intereses o ganancias patrimoniales. El objetivo es concentrar el beneficio fiscal en quienes realmente dependen casi exclusivamente de su salario para subsistir.
La nueva deducción es perfectamente compatible con otras ya existentes en el IRPF, como las relacionadas con la maternidad, familia numerosa o personas con discapacidad a cargo. Los contribuyentes podrán acumular estas ventajas fiscales siempre que cumplan con los requisitos específicos de cada una de ellas.