La industria láctea culpa al precio que paga a las granjas de perder posiciones en el mercado

Atribuye a lo que cobran los ganaderos la entrada "masiva" de producto extranjero en España, sobre todo queso. Pide estimular la producción
Trabajadoras en una granja de leche.EUROPA PRESS
photo_camera Trabajadoras en una granja de leche. EUROPA PRESS

Mientras las granjas de leche gallegas se preparan para encajar una nueva bajada de precios en los contratos de otoño —que se sumará al ajuste de casi 10 céntimos por litro aplicado entre febrero y agosto—, la industria láctea española pone el foco en que siguen siendo de los más altos de la Unión Europea para denunciar que esta situación está llevando al sector a "perder competitividad frente a sus socios europeos".

La Fenil, patronal que representa a unas 70 empresas que envasan y transforman el oro blanco del campo en otros productos de mayor valor añadido, advierte que el hecho de que los ganaderos españoles cobren más que los alemanes o los franceses, por ejemplo, "ha propiciado la entrada en masa en España de lácteos extranjeros, principalmente quesos, a precios más bajos". La federación señala que esos productos más baratos que llegan desde otros países desplazan en los lineales de los supermercados y en la cesta de la compra a los nacionales, que "pierden posiciones en el mercado".

"La industria láctea española en general, y la quesera en particular, están perdiendo competitividad", concluye el presidente de la Fenil, Luis Calabozo. La patronal que integra a grupos como Lactalis Iberia, Danone, Nestlé, Leche Río, Feiraco, Entrepinares o Capsa lo vincula con la brecha en los precios a las granjas. Echa mano de los datos del observatorio del mercado de la leche de la Unión Europea para destacar que "España cuenta con la leche en origen pagada al ganadero más cara de toda la UE", exceptuando Malta y Chipre. Las últimas cifras, relativas a agosto, sitúan el precio medio en el país en 51,46 céntimos por kilo. En Alemania la media era de casi 41 céntimos, en Francia estaba en 45,2 y en Italia se situaba en 51 céntimos. "Este hecho ha generado una competencia desigual en los mercados, perjudicando a los productos lácteos españoles", incide la Fenil.

El precio de la leche en el campo llegó a rozar los 59 céntimos por litro de media en Galicia a inicios de año —sin Iva ni calidades—, un nivel sin precedentes tras la fuerte subida que experimentó en 2022, en un escenario en el que una menor producción llevó a las industrias a elevar lo que pagaban para atraer y retener explotaciones. Pero en primavera llegó el cambio de tendencia con una bajada que se repitió en verano y continuará previsiblemente en otoño.

La producción de este oro blanco en España ha bajado ligeramente pese a los precios históricos y en esto también pone el foco la Fenil, que llama a impulsar las incorporaciones y las inversiones para estimular la producción láctea. Llega a la conclusión de que "existen factores estructurales más allá del precio que están condicionando la evolución de la producción de leche", por lo que considera necesario "identificar y favorecer las condiciones para atraer al sector personas y capital que estimulen el crecimiento y la eficiencia de las producciones".

Entre enero y agosto, las granjas del país pusieron en el mercado algo más de 4,97 millones de toneladas de materia prima, lo que supone un 0,2% menos que en el mismo periodo de 2022.

Pese a la fuerte subida que pegaron los precios en origen, las granjas tuvieron que hacer frente al encarecimiento de los costes de producción y eso desincentivó un aumento de la producción, lastrada también por las dificultades para encontrar relevo generacional y atraer savia nueva al sector.

Mientras las organizaciones agrarias ponen la lupa sobre los beneficios de las industrias lácteas, la Fenil esgrime que presentan "una rentabilidad y unos márgenes muy erosionados", y lo atribuye fundamentalmente "al coste de la materia prima".

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