La Asociación Eólica de Galicia (Ega) reeligió ayer a José Manuel Pazo Paniagua como presidente para otros cuatro años. Este ingeniero natural de O Carballiño, con un dilatada trayectoria profesional vinculada a las energías renovables, encara así su cuarto mandato al frente de la patronal del sector (el tercero consecutivo), un tiempo que el propio Pazo auguró "tan difícil como decisivo" ante la "judilización y paralización" del sector.
La decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de suspender de forma cautelar varios proyectos para instalar parques en la comunidad en respuesta a los recursos presentados por asociaciones ecologistas supuso un varapalo para la industria del viento, que cogió aire cuando el Supremo avaló, en diciembre, los procesos de tramitación ambiental.
El portavoz de los promotores eólicos recordó que están parados un centenar de proyectos con declaración de impacto ambiental favorable y permisos de construcción. Con ese telón de fondo, señaló como el "gran desafío" para esta etapa "reactivar y avanzar en el desarrollo" del sector tras "años en los que no se ha hecho ningún parque".
La Ega remarca que los procedimientos normativos y administrativos son "absolutamente garantistas y legalistas" y, ante la contestación social que han suscitado algunos proyectos, Manel Pazo esgrimió que la energía procedente del viento es «la que menos efecto provoca en el territorio». "Los aerogeneradores son desmontables, con la posibilidad de devolver el suelo a su estado originario de un modo fácil y rápido", alegó el consultor energético, que incidió en que el desarrollo de la eólica es "impresdindible para la industrialización y progreso económico".
Expuso que hay 32 proyectos industriales sobre la mesa que necesitan 8 teravatios hora (TWh) de energía renovable para su funcionamiento y advirtió de lo que hay en juego si no se materializan: "Estamos hablando de más de 9.000 millones de inversión y la creación de 14.000 nuevos empleos". Pazo apuntó al reto de recuperar el liderazgo que tuvo Galicia en producción eólica para blindar su independencia energética.
Por todo ello, el líder de la Ega reivindicó un pacto social y político a favor de la tecnología eólica, recordando que la Unión Europea ha declarado la energía "un bien de interés público superior". E incidió en la capacidad de la eólica y de otras fuentes limpias para ser un motor de creación de empleo.
Entre los principales focos de actividad de la patronal para los próximos cuatro años, su presidente citó la repotenciación de parques; el almacenamiento renovable; la eólica marina y su aplicación en el naval; las nuevas subastas de potencia estatales; los fondos europeos para renovables en Galicia; las inversiones del canon eólico y de otros impuestos ambientales en el desarrollo rural; o el seguimiento de la planificación de Red Eléctrica en lo que toca a la tramitación de nuevos puntos de conexión que permitan distribuir mayor producción eléctrica generada.
JUNTA DIRECTIVA. La patronal eólica apuesta por una junta directiva "de continuidad" para "culminar la labor de los últimos años". Durante los próximos cuatro, el vicepresidente de la Ega será Juan Antonio Rey Couselo, de EDP. Entre los vocales estará el director general de Norvento, Iván Nogueiras Pérez, junto a responsables de Naturgy, Iberdrola, Acciona Energía, Gelenova, Adelanta, Tagsa o Greenalia, representanda por su directora de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad, la exconselleira Beatriz Mato.
