Farmacéutica formuladora, Ariana Fernández tiene un laboratorio en el que elabora cosmética a medida en A Coruña, LP10, es socia de Orixe Cosmetics y pilota la nueva asociación. Con optimismo, se ve hasta "desbancando" a la industria francesa en uno o dos años.
¿Con qué objetivos ha iniciado su andadura esta asociación?
Nos hemos unido no solo para dar visibilidad al sector gallego de la cosmética, sino para llegar a los mercados y lograr que la gente elija nuestros productos, que son espectaculares. Todos los días utilizamos una media de siete productos, desde el gel y el champú, al dentífrico, las cremas o el maquillaje, pero la mayoría son de marcas de fuera a las que nada más levantarlos ya dejamos dinero. Lo que no compra el consumidor de cosmética gallega lo está comprando de cosmética ajena.
Es un sector menos conocido que otros en Galicia pero con mucho potencial y trabajo detrás.
El problema es que no nos habíamos unido, que todavía no le hemos puesto el cascabel al gato en Galicia. Tenemos muy bien desarrollada, por ejemplo, la industria agroalimentaria, pero no ha ocurrido así con la agrocosmética o la marinocosmética. Y no es porque no haya empresas. Tenemos casos como el de la compostelana Laboratorios Ozoaqua, que vende aceites ozonizados a toda España; otra firma gallega que es el principal vendedor de laurel seco para toda Europa o una empresa de O Porriño que vende cremas para el cuidado de personas mayores a todos los hospitales del país. ¡No sabes el potencial que tenemos!
¿Qué pasos han empezado a dar desde su constitución en marzo?
Estamos trabajando ya para que los productores de activos naturales y marítimos cuenten con una certificación. Esto es importante para que el consumidor tenga garantías sobre su origen. Por ejemplo, que el alga que se usa en una crema sea realmente gallega. Estamos diseñando la norma y los pliegos con Galicia Calidade para tener la certificación cuando antes. Además, gracias a la asociación las fábricas han empezado a tener maquinaria para producciones más pequeñas y controladas. Hasta ahora no estaban muy adaptadas a fabricar para marcas de aquí, pues pedían cantidades muy grandes. El emprendedor tiene que ver cómo funciona el mercado antes de tirar 5.000 unidades de un producto con una formulación y un principio activo caros. Y otro aspecto en el que ya trabajamos es en llegar a la distribución. Eso se consigue mejor uniendo fuerzas que solos.
Pronto contaremos con una certificación para los activos naturales gallegos y estaremos en farmacias y alguna cadena"
¿Qué diferencia a la cosmética gallega en un mercado en el que cada vez parece haber más marcas y productos ante el auge del skincare?
Tenemos ciencia, con tres universidades y facultades de Farmacia y Química centenarias; tenemos tradición, heredada de las menciñeiras que curaban con plantas; y tenemos principio activo. Contamos, por ejemplo, con aceite de camelia, que es mejor todavía que el de rosa mosqueta, que viene de Chile. Solo nos falta marketing para llegar al mercado. Por eso, en el staff de la asociación tenemos profesionales de esa área. El éxito de una crema es en un 80% marketing. ¿Por qué crees que la cosmética coreana tiene fama? Porque se han propuesto conquistar el mercado y convencerte de que es buenísima. Pues no tenemos nada que envidiarle. Pero el distribuidor, que lo que quiere es vender, no nos compra el producto porque no hemos hecho ese trabajo de marketing, de convencer al usuario para que se decante por la cosmética gallega. El consumidor no tiene la culpa, la tenemos nosotros. Si no situamos nuestros productos en la gran distribución, en cadenas especializadas o a través de internet nunca vamos a llegar a la gente. Es un aspecto en el que claramente tenemos que trabajar. Y vamos rápido.
¿De qué manera intentarán abrirse camino en el mercado?
Bajo el paraguas de la asociación, contaremos con algún distintivo que nos identifique. Y lo veréis más pronto que tarde en farmacias y probablemente en Arenal.
Las empresas que integran la asociación, lejos de sentir que son competencia entre ellas, optan por unirse para tener más fuerza.
La competencia está fuera, no dentro. Para mí es la cosmética francesa. L’ Oréal es la multinacional más potente del sector. A las empresas gallegas ojalá les vaya bien, porque ese significará que generan un reconocimiento de marca y de valor que también yo podré heredar a la larga.
Queremos que todo el mundo consuma la cosmética gallega, se maraville con ella y tenga el prestigio que merece"
Ya son cerca de una treintena de socios y el número no deja crecer.
Sí, empezamos con 22 y en nada ya seremos 28. Las empresas interesadas pueden contactar a través de [email protected] y le mandamos la inscripción. Por 200 euros al año, que no es nada, tendremos certificaciones, iremos a ferias juntos y llegaremos a la distribución.
¿Dónde le gustaría que se situara el sector dentro de unos años?
Desbancando a la cosmética francesa. Que todo el mundo consuma cosmética gallega y se maraville con ella, que la compren de aquí a Australia y que tenga el prestigio que se merece. Que llegue a decirse que es la nueva cosmética coreana.
