El nuevo año viene con subida de precios en alimentos, vivienda, telecos, peajes de la AP-9 o cotizaciones
Los gallegos dejan atrás otro año marcado por el encarecimiento del coste de la vida. Y ya van cinco consecutivos con la inflación golpeando bolsillos.
El ejercicio que llega, 2026, no traerá un cambio de tendencia, por lo que muchas economías domésticas seguirán bajo presión, aunque sí se espera que la intensidad de las subidas se modere.
En cualquier caso, habrá que contar con que el precio de algunos alimentos esenciales seguirá al alza; se pagará todavía más por la vivienda; las tarifas de internet y telefonía se elevarán; será más costoso circular por la AP-9; puede que aumente la fiscalidad sobre el diésel; y los seguros subirán.
Llenar nevera y despensa
Tras once años consecutivos con el capítulo de la alimentación subiendo, no se espera un giro en 2026, más allá de que haya productos que sí bajen de precio o las subidas sean menos intensas. En Galicia, este 2025 dice adiós con encarecimientos reseñables en los huevos, con un alza de en torno al 30%; la carne de vacuno, que ha subido más de un 20%; el capítulo del café y el cacao (sobre un 15%), o la fruta (+8%). También experimentaron alzas, aunque menos intensas, la leche o las legumbres y hortalizas.
Entre lo poco que dio tregua, con bajadas notables, están el aceite y el azúcar. En la actualidad, llenar la nevera y la despensa es en torno a un 40% más caro que hace una década.
El coste de alquilar o comprar piso
Durante el año que termina se hizo patente la crisis habitacional que padece el país, con poca oferta de vivienda y precios por las nubes. El alquiler medio en Galicia rozó los 600 euros al mes tras subir un 7,4% con respecto a 2024, y el coste del metro cuadrado marcó un nuevo máximo desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, con lo que comprar también se encareció con fuerza.
La mala noticia es que los precios de la vivienda tampoco tocarán techo en 2026. Las estimaciones apuntan a que adquirir un piso puede encarecerse en una horquilla de entre el 5 y el 10%, y a que el alquiler registrará alzas de entre el 3 y el 8%.
Hay que tener en cuenta, además, que en 2026 llega la revisión automática de los contratos de arrendamiento firmados tras la pandemia, a precios sustancialmente más bajos que los actuales. Los propietarios podrán optar por actualizar esas rentas, lo que en Galicia puede provocar subidas de casi 1.000 euros anuales en hasta 36.500 contratos, según datos del Ministerio de Consumo.
¿Y qué cabe esperar para las hipotecas variables vinculadas al euríbor? Acechan las subidas de las cuotas. Y es que este indicador cerrará diciembre con una nueva alza, la quinta mensual consecutiva. Las hipotecas a las que toque revisión anual seguirán abaratándose, pero levemente. En cambio, aquellas con actualización semestral ya han experimentado subidas en los últimos meses.
De cara a 2026, las previsiones apuntan a que el euríbor seguirá evolucionando de forma contenida, siempre que no se produzcan alteraciones externas relevantes.
Electricidad y otros recibos
Las facturas son otro gasto que los hogares deben afrontar mes a mes. En el caso de la luz, el año se estrenará con una subida de los peajes de acceso y los cargos, dos conceptos que se destinan a financiar el uso de las redes eléctricas y a sufragar otros costes del sistema eléctrico. Pese a ello, el Gobierno estima que el recibo bajará entre un 4 y un 10% de media –en función del tipo de consumidor– por el abaratamiento que se prevé en el coste de la electricidad en el mercado mayorista.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que las comercializadoras repercutirán al consumidor el recargo antiapagón, un sobrecoste para financiar medidas de refuerzo y respaldo del sistema.
Lo que es seguro que bajará a partir de mañana es la tarifa de último recurso (TUR) de gas natural: la individual se abaratará un 8,7% y la vecinal, entre un 5 y 8%.
Usar la AP-9 será más caro
Los peajes de la principal arteria que vertebra Galicia de norte a sur asestarán otro golpe al bolsillo de los conductores. El Ministerio de Transportes desveló este martes que se encarecerán un 4,68% a partir del 1 de enero. La AP-9, cuya concesión explota Audasa, es así una de las tres autopistas de titularidad estatal que más subirán en 2026.
Para un vehículo ligero, el viaje entre A Coruña y Vigo se situará en 21,45 euros. El tramo Santiago-Pontevedra costará 7,55 euros y Pontevedra- Vigo, 5,10. El recorrido de Ferrol a Tui rebasará los 28 euros.
Otra autopista del Estado en Galicia es la AP-53, que conecta Santiago con Dozón. En este caso el alza de tarifas será del 3,64%.
Panorama con los carburantes
El 2025 se despide con los combustibles de automoción algo más baratos de cómo empezaron el año y en plena bajada de precios. El litro de gasolina se dispensa a una media de 1,44 euros y el de gasóleo está en los 1,4 euros en Galicia.
Son, en todo caso, niveles históricamente altos, aunque no tanto como tras estallar la guerra en Ucrania. La evolución en 2026 es una incógnita, pero hay que recordar que sobre el diésel planea una subida impositiva para equiparar su fiscalidad a la de la gasolina. Es una promesa del Gobierno a Bruselas para recibir fondos.
Alza de tarifas de las telecos
Los servicios de telefonía, internet y televisión de pago también serán más caros para buena parte de los usuarios. Movistar, Vodafone y Orange suben sus tarifas. Por el contrario, Digi las mantendrá.
Nueva subida de las cotizaciones
El cambio de año trae una nueva subida de las cuotas a la Seguridad Social para empresas y trabajadores. Fruto de la aplicación del llamado mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) se está aplicando una cotización adicional para nutrir la hucha de las pensiones que este año pasa del 0,8 al 0,9% sobre la base de cotización. Un 0,75% corresponde a la empresa y el 0,15% restante al trabajador, mientras los autónomos asumirán íntegramente esa sobrecotización, que no genera derechos de pensión adicional.
Además, aumenta la llamada cuota de solidaridad –una cotización adicional que desde 2025 deben abonan los salarios por encima de la base máxima de cotización, situada en 5.102 euros al mes para 2026–. Será de entre el 1,15 y el 1,46%, en función de cuánto exceda el sueldo la base máxima de cotización. Ese recargo se reparte entre empresario y trabajador, aunque no en la misma proporción: en torno al 83,4% correrá a cargo del empleador y cerca del 16,6% recaerá en el asalariado.
Esta cotización extra no genera derecho a una pensión mayor en el momento de jubilarse y afecta a los trabajadores por cuenta ajena, no al autónomo, que ya tiene establecido su propio sistema de cotización en base a ingresos reales. Al respecto, cabe señalar que las cuotas de los trabajadores por cuenta propia no cambiarán con la entrada del año. El Gobierno decidió congelar las actuales a la espera de alcanzar un acuerdo con las organizaciones de autónomos y los agentes sociales.
Sueldos y pensiones
Mientras en el sector privado la evolución de los sueldos dependerá de lo que dicten los convenios colectivos o, en su ausencia, lo que estipulen las empresas, en el ámbito público la subida salarial correspondiente a 2026 será del 1,5%, con la posibilidad de añadir medio punto más en función del comportamiento de los precios. Lo que está por fijar es la subida del salario mínimo interprofesional.
Las pensiones contributivas de jubilación, viudedad y orfandad subirán un 2,7%. Las mínimas se revalorizarán al menos un 7% y las no contributivas, un 11,4%.