¿Pueden negarse los bares a cobrarnos por separado?
"Por separado, por favor". Esta frase, pronunciada cuando el camarero trae la 'dolorosa' a la mesa, acostumbra a dibujar un rictus de pocos amigos en el trabajador, sobre todo si los clientes son un grupo grande. En algunos casos aceptará de mejor o peor grado, pero en otros puede que dé una negativa por respuesta, a veces acompañada por frases como: "¿No puede pagar uno y que el resto le haga Bizum?".
Habitualmente el asunto acabará solucionándose, ya sea cediendo el local o con un acuerdo entre comensales que incluso podría derivar en un acto de generosidad por parte de alguno de ellos. Pero en algunos casos, este debate ha dado lugar a acaloradas discusiones que han acabado con la amenaza más socorrida de los clientes de hostelería: la hoja de reclamaciones.
¿Pueden negarse a cobrar por separado?
Pero, ¿pueden negarse los bares o restaurantes a cobrar por separado? La respuesta es clara y no da lugar a ambages: sí, pueden negarse, ya que no existe una ley que obligue a los establecimientos a dividir la cuenta. La libertad contractual permite a los bares establecer sus propias condiciones. Eso sí, siempre y cuando las comuniquen de manera clara y anticipada al cliente.
"Cada restaurante decide cuáles son las condiciones de prestación del servicio incluido o pago, por tanto es legal que se puedan negar a aceptar la división de la cuenta en varios pagos entre los comensales", informa Enrique García, portavoz de la Ocu.
Por tanto, y sobre todo en aras de evitar polémicas con los clientes que en nada benefician a la imagen del local —las 'escenas' siempre son un punto a evitar en un establecimiento público donde hay más clientes—, cada vez más bares y restaurantes gallegos se abonan a la práctica de colocar un cartel bien visible que informa de que en dicho establecimiento no se acepta el pago fraccionado.
No solo se hace para no perder tiempo
Y aunque el cliente suela creer que la negativa es para no perder tiempo en el servicio, lo cierto es que gestionar pagos separados puede complicar la contabilidad o el control financiero del establecimiento. De todos modos, y como en todo ámbito de la vida, la mejor solución es el diálogo entre ambas partes.