La célula yihadista de Barcelona planeaba decapitar a una mujer y publicar las imágenes

Los Mossos vieron a algunos de los presuntos terroristas tomar fotos de lugares emblemáticos en los que supuestamente iban a atentar

Una unidad de los Mossos d'Esquadra por las calles del centro de Barcelona.AEP
photo_camera Una unidad de los Mossos d'Esquadra por las calles del centro de Barcelona.AEP

El jefe de la Unidad de Seguimientos y Vigilancias de los Mossos d'Esquadra ha declarado en el juicio que la Audiencia Nacional celebra contra los diez detenidos en abril de 2015 en la operación Caronte, acusados de formar una célula yihadista en Cataluña.

En su declaración ha aclarado que las detenciones se precipitaron porque los presuntos yihadistas tenían planeada la decapitación de una mujer para publicar posteriormente las imágenes. Además reveló que los Mossos vieron a algunos de los diez acusados realizar el 14 de marzo de 2015 fotos con un móvil desde un coche en conocidos edificios de la plaza de España y la villa Olímpica de Barcelona en los que supuestamente iban a atentar.

OPERACIÓN CARONTE. En la operación los Mossos d'Esquadra desarticularon en Cataluña una célula que presuntamente planeaba atentar en lugares emblemáticos de Barcelona como los referidos además del Parlament y otros, por lo que se enfrentan a una petición de la Fiscalía de entre 7 y 19 años de cárcel.

Según la Fiscalía, la célula se creó a principios de 2014 y se denominó Fraternidad islámica. Grupo para la predicación del yihad, la mayor parte de sus integrantes residían en Terrassa (Barcelona) y supuestamente iba a secuestrar a una mujer para decapitarla al modo de Dáesh y colgar las imágenes en Youtube de forma inminente lo que precipitó las detenciones en abril de 2015.

El citado mando de los Mossos ha recordado que el referido 14 de marzo de 2015 vigilaron al acusado Said T., que salió desde su domicilio de Terrassa conduciendo un coche Seat Córdoba con el que recogió a otras dos personas, una de ellas el agente encubierto que este Cuerpo había infiltrado en la célula.

Según ha relatado, Said recogió en Barcelona al también acusado Gonzalo C.N., uno de los españoles conversos al islam que se encuentran entre los juzgados en esta causa.

FOTOGRAFÍAS. El mosso ha destacado que se fueron a la plaza de España de Barcelona donde dieron dos vueltas a la rotonda en las que el copiloto, con la ventanilla bajada, realizó fotografías con un móvil a una Comisaría y a un hotel y un centro comercial conocidos que se encuentran en el lugar, y aclarado que no estaba haciendo fotos a monumentos.

Ha añadido que posteriormente fueron al paseo Marítimo en la zona de la Villa Olímpica donde fotografiaron igualmente con un móvil los rascacielos donde están otro conocido hotel y la Torre Mapfre, para regresar después a Terrassa.

Este mismo testigo ha relatado otro episodio ocurrido entre el 26 y el 27 de noviembre de 2014 cuando los acusados Mohamed E. G., Taofiq M. y Kayke L.R.G intentaron salir en coche de España por la frontera con Francia. Según la Fiscalía pretendían viajar a la zona de conflicto de Siria e Irak.

Sin embargo, según ha dicho el mosso, desistieron al percatarse del seguimiento policial.

Ha añadido que lo volvieron a intentar el 12 de diciembre siguiente cuando fueron objeto de seguimiento sin que se percataran de ello hasta que cruzaron la frontera con Francia, lo que los agentes comunicaron a sus superiores a efectos de posibles gestiones internacionales.

DETENCIONES. Finalmente fueron detenidos en Bulgaria, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía.

Otro mosso que participó en la investigación ha manifestado que en el teléfono móvil de Said T. se encontraron trece fotos de los tres puntos referidos de la plaza de España de Barcelona.

Un tercer agente ha comentado por otra parte que el acusado Jacob O., otro español converso al islam, dijo a los mossos durante el registro en su domicilio en Valls (Tarragona) que no le tocaran porque eran "impuros".

Ha explicado que intervinieron un saco de 50 kilos de azufre en polvo y que Jacob O. les indicó que era de un anterior inquilino que tenía una fábrica de teñir telas.

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