Sáenz de Santamaría ve demostrado el valor del 155 ante el 'fake' del soberanismo

La vicepresidenta del Gobierno defiende en el Senado el "rigor, responsabilidad y respeto a la tradición institucional de Cataluña"

Soraya Sáenz de Santamaría, en el Senado. EMILIO NARANJO (EFE)
photo_camera Soraya Sáenz de Santamaría, en el Senado. EMILIO NARANJO (EFE)

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, considera que desde que se acordó la aplicación del artículo 155 de la Constitución para Cataluña ha habido cada vez más evidencias de la necesidad de recurrir a este mecanismo para hacer frente al fake del independentismo. Sáenz de Santamaría ha defendido este lunes en el Senado el "rigor, responsabilidad y respeto a la tradición institucional de Cataluña y a la libertad de los catalanes" con que el Gobierno está desarrollando ese artículo constitucional.

Lo ha hecho en su comparecencia ante la comisión del Senado que tramitó el 155 y donde ha mostrado su convencimiento de que se acertó y de que se ha rebajado la tensión y la preocupación. Según ha explicado, desde que se decidió aplicarlo "han salido a la luz aún más evidencias" de que proteger los derechos de los catalanes era una necesidad ineludible y que "los propósitos independentistas eran un engaño masivo con consecuencias nefastas para el interés general, la convivencia y el bienestar de los ciudadanos".

Ha acusado a los dirigentes de la Generalitat de haber provocado una situación "insostenible" en Cataluña al tratar de convertir las instituciones de autogobierno de todos los catalanes "en meros instrumentos de su proceso de autodeterminación".

A su juicio, su verdadera hoja de ruta era "romper la convivencia, dividir a los ciudadanos y debilitar a la sociedad, con el objetivo de asumir un poder sin límites y sin control" y, para ello, cree que llegaron a convertir al Parlament "en la trastienda del independentismo más sectario". "Aprobaron leyes en contra de todo y sin ninguna legitimidad. Y renegaron de la autonomía de Cataluña -ha recalcado- para asumir el fanatismo de la independencia".

Y ha dicho asimismo que "llevaron ese fanatismo cuasi religioso hasta tal punto que hicieron creer a algunos catalanes que vivían en una república independiente cuando sus gobernantes mismos sabían que era imposible e inviable". Actuaron así quienes, según ha resaltado, "prometen lo imposible porque no pueden gestionar lo importante".

También ha reprochado la actitud de Carles Puigdemont al señalar que algunos "mientras aseguraban que estaba más cerca la secesión de España, preparaban sus planes para salir del país". Por todo ello ha insistido en que el proceso secesionista ha sido "el peor episodio de deslealtad en la historia de nuestra democracia".

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