Dinero de toda España para revivir la granja de Rodeiro que perdió 22 vacas fulminadas por un rayo

Una campaña exprés, apoyada por vecinos, empresas, el Concello y la cooperativa O Rodo, logra en solo seis días los fondos para reactivar la explotación tras la muerte de los animales que dejó a una explotación al borde del cierre
Más de una veintena de vacas fallecieron por el impacto de un rayo en Rodeiro. EUROPA PRESS
Más de una veintena de vacas fallecieron por el impacto de un rayo en Rodeiro. EUROPA PRESS

El 18 de mayo, una descarga eléctrica fulminó a 22 vacas en la parroquia de Quintá, en Rodeiro. El rayo cayó en un camino encharcado cuando el ganado regresaba al establo, acompañado por Julia Meijome, copropietaria junto a su marido, Cándido Pardo, de una explotación ganadera de pastoreo. Solo las botas de goma evitaron una tragedia aún mayor. "Unha vida humana non hai cartos que a pague", reflexiona Jesús Montes, presidente de la cooperativa O Rodo, que desde el primer momento se volcó en ayudar a la familia.

Una respuesta inmediata, transparente y ejemplar

La imagen de los animales, caídos en fila por la electrocutación, sacudió a toda la comunidad rural, pero también a todo el que la visualizó. La historia corrió como la pólvora en redes sociales, medios de comunicación y grupos vecinales. En apenas unas horas, la cooperativa O Rodo se coordinó con el Concello de Rodeiro para abrir una cuenta solidaria. Montes explica que habló personalmente con el alcalde, José Luis Camiñas, y con el secretario municipal. "Deron o visto bo para facelo dunha forma transparente", afirma. La clave, insiste, fue actuar con responsabilidad.

Las donaciones comenzaron a llegar de inmediato. En tan solo seis días, se alcanzó el objetivo económico marcado, basado en cálculos técnicos y en el importe previsto por el seguro. "Non vou dicir a cifra exacta, pero tiñamos claro que ao chegar ao necesario, parábamos. Aquí non había intención de lucrarse", subraya Montes, quien incide en que incluso cuando ya se había conseguido el dinero, seguían llegando ofrecimientos. "Houbo quen quixo doar animais, pero non foi preciso", dijo.

El apoyo llegó desde el rural gallego hasta grandes empresas

La oleada de apoyo fue masiva. Vecinos de Rodeiro, de la comarca y de toda Galicia se volcaron con la causa. Incluso, más allá de las fronteras de la comunidad autónoma. También muchas empresas aportaron, incluida Larsa, una de las grandes del sector lácteo. "O caso tivo moita repercusión", reconoce el presidente de la cooperativa. La solidaridad tejió un colchón de esperanza para una familia al borde del cierre. A unos años de la jubilación, el golpe fue muy duro.

La escena fue recogida por la CRTVG el día siguiente del suceso: una hija de la pareja, entre lágrimas, decía que "o traballo de toda unha vida perdeu nun momento". Pero la respuesta social logró darle la vuelta a esa frase. Hoy, Cándido y Julia quieren comprar vacas nuevas y siguen buscando, con criterios claros: deben estar adaptadas al pastoreo. La explotación volverá a ponerse en marcha, aunque pasará unos meses sin producir.

El seguro: una ayuda parcial pero valiosa

El seguro jugó un papel importante, aunque con matices. Jesús Montes explica que se indemniza en función del tipo de animal, su edad y estado. "Neste caso, as vacas eran de pastoreo, maiores de 2-3 anos, o que lles afectou un pouco na compensación. En granxas máis intensivas, renóvanse antes para manter a produtividade. Aquí, aguantan máis anos". 

La cooperativa cuenta con unas 200 explotaciones de leche

La cooperativa O Rodo agrupa a unas 200 explotaciones de leche y entre 40 y 45 de carne. Jesús Montes no es ajeno al esfuerzo colectivo que implica sostener este modelo de economía local. La granja de Cándido y Julia era una de las medianas-pequeñas, pero como tantas otras, sostenida por el compromiso de toda una vida. Ahora, el cariño y la solidaridad les ha ayudado a recuperar la ilusión y seguir su camino.

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