El 'boicot' a unas jornadas sobre prostitución en la UDC intensifica el debate sobre el tema

La organización no podía "garantizar la seguridad" ante la avalancha de críticas en redes sociales
Las jornadas pretendían reflexionar sobre el trabajo sexual en la actualidad. AEP
photo_camera Las jornadas pretendían reflexionar sobre el trabajo sexual en la actualidad. AEP

¿La prostitución es un trabajo o conlleva la explotación de la mujer? Es la cuestión que ha incendiado las redes sociales y ha obligado a la Universidad de A Coruña (UDC) a suspender unas jornadas sobre Trabajo Sexual –concepto también conflictivo– que se iban a celebrar en la Facultad de Sociología.

CRÍTICAS Y RESPUESTA. El origen de la polémica es el espacio de charlas organizado por una alumna de máster que estaba previsto para los días 19 y 20 de septiembre y ante el que asociaciones y ciudadanos han hecho viral el hashtag #UniversidadSinProstitucion.

Bajo este lema, han cargado contra la Universidad coruñesa por permitir esta iniciativa que, entienden, podría normalizar un discurso de explotación sexual de mujeres e incluso han recogido firmas para impedir las jornadas con una petición en change.org dirigida al rector, Julio Abalde.

cien profesoras, catedráticas e investigadoras firmaron un manifiesto alertando de que prohibir la iniciativa puede poner en riesgo la libertad de expresión y de cátedra

Ante esta situación, la UDC emitió anoche un comunicado anunciando que se suspenden las jornadas sobre Trabajo Sexual, pese a que la universidad "es un espacio libre de circulación de ideas, foro natural para el debate", pero en esta ocasión "no se reúnen las condiciones necesarias" para tal cometido, sostiene.

"El fuerte rechazo, el acoso y la crueldad que estamos experimentando sobre este tema en las redes sociales, la información errónea que distorsiona la realidad y los comentarios recibidos nos hacen predecir la imposibilidad de garantizar la seguridad del debate o su calidad académica", traslada la institución.

Pero la otra parte no ha tardado en responder con el hashtag #UniversidadSinCensura y la difusión de un manifiesto firmado por cien profesoras, catedráticas e investigadoras, que entienden que prohibir la iniciativa puede poner en riesgo la libertad de expresión y de cátedra.

Amelia Tinganus aboga por "la descriminalización total de las mujeres en situación de prostitución"

ABOLICIONISMO. Así, la vertiente abolicionista sí que se refleja en las jornadas Violencia(s) contra las mujeres. Sensibilización y acción, organizadas por la Oficina para la Igualdad de Género de la UDC que comienzan jueves en el campus de Ferrol.

En esta última iniciativa participa la activista feminista y superviviente de trata Amelia Tiganus que manifiesta, en una conversación con Efe, que "la prostitución es esclavitud porque pone a las mujeres al servicio de los hombres".

Tras posicionarse abiertamente en contra de las polémicas jornadas por tratar la actividad como un empleo, condena el título de las mismas, pues el concepto de "trabajo sexual", apunta, "fue inventado hace 30 años por proxenetas para normalizar la prostitución".

"No considero peligroso que se abra un debate sobre prostitución en las universidades, además creo que es necesario", afirma Tiganus, quien reitera que el peligro está en que "hablar de trabajo sexual" implica "hablar de los proxenetas como empresarios" y de la explotación sexual como explotación laboral.

La activista aboga por "la descriminalización total de las mujeres en situación de prostitución", pues una fémina "que está sufriendo la vulneración de sus derechos además no puede ser multada y perseguida".

De esta manera, argumenta que las abolicionistas exigen que estas personas tengan derechos reales.

"No hay nada más empoderante para una mujer que el hecho de cobrarle a un hombre por hacer eso que siempre ha querido hacer con una mujer", alega Concha Borrell

ORGANIZACIÓN OTRAS. Una de las controversias de las ya canceladas jornadas sobre Trabajo Sexual era la presencia en el programa de la organización OTRAS, cuyos estatutos como sindicato fueron anulados por la Audiencia Nacional.

Para la secretaria general de OTRAS, Concha Borrell, "es muy necesario que haya un debate y que la gente conozca la realidad" de las mujeres que ejercen la prostitución, afirma en declaraciones a Efe.

"No hay nada más empoderante para una mujer que el hecho de cobrarle a un hombre por hacer eso que siempre ha querido hacer con una mujer", asevera tajante Borrell.

Su asociación defiende que "el trabajo sexual se reconozca como trabajo", pues no entiende que no sea legal "el derecho a sindicarse de las trabajadoras sexuales", así como a tener una baja laboral, una prestación por desempleo y una jubilación.

"En los años 70 ya decidimos que el cuerpo de las mujeres es nuestro y nos pertenece, que podemos decidir si queremos o no queremos tener hijos. Si somos libres para eso también para trabajar en el sexo bajo pago", concluye Borrell.

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