Los cazadores piden pasos de fauna y llaman a los concellos a desbrozar para frenar al jabalí

La Federación Galega de Caza propone destinar fondos públicos para colocar "alimentación disuasoria" en el monte cuando se siembre el maíz. El presidente anima a jóvenes y mujeres a sumarse a la actividad cinegética ante la falta de relevo
Un jabalí en Burela.EP
photo_camera Un jabalí en Burela.EP

La Federación Galega de Caza descarta que la población de jabalíes haya aumentado y achaca la cada vez mayor presencia de esta especie en los entornos urbanos a la proliferación de maleza. "Para el jabalí, es un espacio que le resulta cómodo", indicó este martes en una entrevista en la Radio Galega el presidente del colectivo, Luis Eusebio Fidalgo, que apunta que es en estas zonas periféricas donde hacen sus encames y logran "pasar inadvertidos a la vez que tienen una oferta alimentaria importante". A esto se suma el hecho de que en estas áreas, lógicamente, no se puede cazar y tampoco tienen la amenaza de depredadores como el lobo.

Convencido de que la población de jabalíes ha decrecido en los últimos tres años, sobre todo después de que la Xunta declarase la emergencia cinegética en 2019, 2020 y 2021, por lo que las batidas se intensificaron, Fidalgo avisa de que la especie está "cambiando de hábitat", lo que deriva en pérdidas para el agro y, lo que es más grave, en accidentes fatales en las carreteras como el que se cobró la vida de dos jóvenes en Chantada el día 8.

El líder de la federación sostiene que las administraciones deben adoptar "más medidas", entre las que cita la habilitación de pasos de fauna. Por ejemplo, se trataría de construir pasos subterráneos o superiores donde cruzan para pasar de un bosque a un soto de castañas. La otra clave es limpiar y señalizar debidamente "los puntos negros" viarios en los que se observe una alta siniestralidad por la presencia de fauna salvajes para que los conductores extremen la precaución.

"No se puede cargar todo exclusivamente sobre la caza. Aun siendo este un buen método para controlar la población, hay que complementarlo con otras cosas", argumenta Fidalgo que recomienda a los conductores que se topen con un jabalí "frenar" e incluso "colisionar" con él antes de realizar maniobras bruscas para esquivarlo, lo que puede resultar "fatal".

En paralelo, las administraciones locales deben poner de su parte "desbrozando solares y zonas periféricas" en las que estos puercos salvajes puedan cobijarse.

Los cazadores vamos a ser una especie en extinción. Los jóvenes que se suman son menos que los veteranos que se van", sostiene el presidente de la Federación Galega de Caza

En un escenario en el que considera "posible" que sea necesario seguir reduciendo el número de ejemplares, Fidalgo sostiene que el control de daños en los maizales y otras cosechas pasa por instalar pastores eléctricos "en las zonas más problemáticas". También propone a las administraciones complementar las esperas nocturnas y sueltas de perros que organizan los cazadores con la dotación de "algunos fondos para poner una alimentación disuasoria" en los montes que evite que los puercos bajen a las áreas de cultivo durante la época de la siembra.

La federación anima a jóvenes y mujeres a sumarse a la actividad cinegética en un escenario en el que "el reclutamiento es muy bajo". La prueba es que de las 108.000 licencias en vigor en 1998, Galicia ha pasado a unas 34.600 en 2022. "A los cazadores, entre todos, nos tienen que cuidar. Vamos a ser una especie en extinción", ironiza Fidalgo, que describe la caza como "el aprovechamiento de un recurso renovable, respetando las vedas, las épocas y los cupos de capturas".

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