Galicia encadena ocho terremotos leves en solo una semana
Los sismografos del Instituto Geográfico Nacional registraron hacia el mediodía de este sábado un terremoto con epicentro en el concello ourensano de Laza. Fue solo el último de los ocho que se han ido encadenando en las cuatro provincias de Galicia en una semana. Una pequeña concatenación que, con todo, no deja consecuencias ni materiales ni humanas.
Esta sucesión de leves seísmos arranca el día 20 en el concello lucense de Navia de Suarna, donde, pasadas las seis de la mañana, se anota uno de 1,9 puntos de magnitud.
Tres jornadas después, el suceso tiene su eco en la provincia de Pontevedra: primero frente a las costas de Sanxenxo y, unas pocas horas después, en Silleda.
Ya en Nochebuena, el organismo estatal detecta un nuevo temblor en Vilamarín, Ourense.
El jueves, el viernes y el sábado han dejado otros cuatro pequeños terremotos: tres en A Coruña y el último, en Laza. En los primeros, destaca su concentración en un área de menos de 40 kilómetros cuadrados que abarca Rois y Brión. Uno de ellos, anotado a las 19.38 horas del día de Navidad, alcanza los 2,5 puntos de intensidad, lo que le convierte en el mayor de esta serie.
Con ese grado, se considera que el fenómeno sísmico en cuestión ya puede ser percibido por la población del entorno, aunque no tiene la fuerza suficiente como para provocar daños de ningún tipo. De hecho, en este caso, el Instituto Geográfico Nacional no llegó a encuadrarlo en alguna de las distintas categorías que emplea la escala macrosísmica europea para definir los efectos que tienen los terremotos en los objetos, la naturaleza o las personas.
Zona de riesgo moderado
La renovación del Plan especial de protección civil ante o risco de terremotos en Galicia (Sismigal), recientemente aprobada, recuerda que la comunidad gallega se halla en una zona de riesgo sísmico moderado. Calcula que el riesgo más alto que puede darse en su territorio es la intensidad VI o VII dentro de la escala macrosísmica europea, que abarca hasta doce escalones.
Ese sexto nivel describe que el terremoto puede ser sentido por la mayoría de la gente que esté dentro de los edificios y por muchos en el exterior, e incluso provocar que algunas personas pierdan el equilibrio y que los animales se asusten. También pueden caerse pequeños objetos de estabilidad ordinaria y los muebles se pueden desplazar. En la estructura de los inmuebles pueden darse afectaciones leves y hasta moderadas, según su vulnerabilidad.
En el caso del nivel VII, estos efectos y daños se agravan, hasta el punto de que para mucha gente que esté dentro de edificios será difícil mantenerse de pie, en especial en plantas superiores.
El plan mete en esta situación a los 61 concellos de la provincia de Pontevedra, a unos 60 de Ourense, a 36 de Lugo y a 31 de A Coruña. Sin embargo, solo recomienda a seis de los 313 municipios de la comunidad gallega que elaboren un plan de actuación específico local en clave preventiva: Negueira de Muñiz, Ourol, Muras y Ribeira de Piquín, en Lugo; y Chandrexa de Queixa y Parada de Sil, en Ourense.