Carmen Pumariño, experta en emprendimiento: "En Galicia hay familias con mucho capital. Faltan business angels"

El suyo es un gran ejemplo de que en un mundo masculinizado como es el del 'venture capital' "hay mujeres que están tomando riesgos de inversión" y que destilan compromiso y pasión por lo que hacen. Con una trayectoria inspiradora a sus espaldas, en la que ha ido conjugando su faceta de emprendedora, con la de inversora y mentora, Carmen Pumariño (Lugo, 1989) figura en la terna de finalistas de los Women Startup Awards —que promueven la Asociación Española de Startups y la agencia Yellow—, en la categoría de inversión, unos galardones que se entregan el día 17 en Madrid.

Como directora de inversiones en Zubi Capital, gestiona el fondo Diversity Catalyst. ¿En qué consiste su labor? ¿Qué tipo de startups priman a la hora de invertir?
No hubiese podido estar donde estoy, en Zubi, si no hubiese trabajado de forma inquieta apoyando a emprendedores como 'business angel', invirtiendo, o como mentora, dedicándoles tiempo para ayudarles a crecer. El proyecto de Zubi Capital es muy bonito. El fondo que estoy liderando invierte en startups en las etapas iniciales, esto es, en las primeras rondas, en lo que se conoce como capital presemilla y semilla. Todo lo que hacemos es de impacto. Solo invertimos en compañías cuya tecnología o innovación está asociada a resolver retos sociales y ambientales. Es una gran satisfacción poner mi conocimiento y experiencia al servicio de una inversión con propósito. Buscamos compañías que tengan unos retornos económicos, pero procurando ese impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente. El fondo se llama Diversity Catalyst porque queremos ser catalíticos en cuanto a diversidad, equidad e inclusión. Buscamos invertir en equipos más diversos, en emprendedores y emprendedoras con perfiles socioeconómicos y de ciudades diferentes. No centrarnos en los 'hubs' tecnológicos más relevantes.

¿Zubi Capital gestiona inversiones en startups gallegas?
Sí. Zubi tiene sede en Madrid y en Valencia. También tenemos presencia en Londres y yo estoy aquí, en Galicia. Es una suerte, pues me permite estar más en contacto con el ecosistema gallego en el día a día. Puedo ver los proyectos antes que otros fondos que no tienen presencia aquí. Hemos invertido ya en una compañía con sede en O Carballiño: Humara. La Ceo es una mujer y el proyecto cumple con nuestra tesis de inversión. El equipo ha desarrollado un software para diseño y operación de plantas de gestión de residuos.

¿Tienen en vista alguna otra firma?
Sí. Estamos analizando otras compañías del sector de la salud. Galicia es muy fuerte en este campo y en el de la biotecnología, gracias en parte a la USC y al gran apoyo de los hospitales y del Sergas. Estamos analizando justo ahora una empresa de la zona de Santiago.

También preside Startup Galicia. ¿Cuál es su misión? ¿Se centran solo en el ecosistema emprendedor que emerge de las universidades?
La labor de Startup Galicia, que presido desde hace un año, es puramente voluntaria. Somos una oenegé. Trabajamos para generar más ecosistema en Galicia, que haya más startups, que son empresas emergentes con base tecnológica o innovadoras, porque creemos en un futuro en que la gente no tenga que irse fuera para trabajar en empresas punteras. Aquí contamos con mucho talento, con las universidades, con capital y con espíritu emprendedor. Galicia siempre ha sido una región industrial y empresarial. Y también los emigrantes emprendieron. Por mi labor como inversora, me toca estar muy conectada en Marid, Barcelona, Valencia, Londres... Incluso tengo que ir a Lisboa y veo que tenemos todos los ingredientes en Galicia.

Invertimos en una firma de O Carballiño: Humara. Y estamos analizando otra operación en el campo de la salud"

¿Qué nos falta?
Seguir conectando los emprendedores entre sí y con los inversores. Nuestro foco, en Startup Galicia, está en intentar dar mucha visibilidad a las startups, en las conexiones y, luego, inspirar y ayudar a que surjan más. Se trata de motivar a la gente formándola en las habilidades que se necesitan para emprender. En este sentido, trabajamos con las tres universidades, pero no solo con ellas, pues muchas veces los emprendedores no salen de la universidad, sino que se deciden después de trabajar para otros, ahorrar y aprender habilidades. Hacemos muchos eventos de conexión por toda Galicia.

En Galicia tenemos un ejemplo de lo que supone el capital riesgo con Unirisco, la sociedad impulsada por las tres universidades públicas, en la que también participa el sector privado, con ejemplos como Abanca o Inditex. Zubi también apuesta por la comunidad. ¿Galicia está suscitando interés del capital riesgo fuera de nuestras fronteras?
Sí. Fondos grandes como Kibo o Kfund, con sede en Madrid, llevan años presentes en diferentes eventos o conectando con startups gallegas. Desde la asociación incluso hemos tenido reuniones bilaterales con fondos de Portugal. El sector biotecnológico genera atracción incluso en Estados Unidos y Londres. Hay un gran interés porque se están haciendo las cosas bien. Hay talento y hay oportunidades. Tenemos casos de éxito y madurez como Barkibu, en la que han invertido fondos de fuera de Galicia, e incluso ventas como la de Alén Space o PhotoIlike.

¿Todas las buenas ideas de emprendimiento encuentran, hoy en día, financiación?
Es una buena pregunta. Voy a ser muy honesta. Probablemente los emprendedores dirían que no. Nosotros creemos que sí está empezando a haber mucho interés de fondos grandes. El problema es que cuando hablamos de ideas de emprendimiento nos referimos a etapas muy incipientes, en las que hace falta un capital presemilla. Las inversiones son más pequeñas, pero se toma mucho riesgo. Alguien tiene que cubrir estas necesidades de capital iniciales. En ese 'alguien' están incluidos los emprendedores, que deben entender el esfuerzo económico que supone desde el minuto cero. Entonces, mi respuesta es que si hay un buen proyecto, con un buen equipo y el mercado lo entiende, sí hay financiación. Pero nos hacen falta más 'business angels'. Capital hay en Galicia. Hay familias con mucho y fondos grandes que pueden venir. Pero hacen falta esos primeros acompañantes que ponen el dinero y que te conectan, ayudan y dedican tiempo. Por eso desde Startup Galicia hemos lanzado este año el primer curso de 'business angels' para formar a personas interesadas en explorar la inversión en startups.

Al acabar la carrera, empecé a trabajar y a ahorrar para un día emprender"

Usted también tiene experiencia como emprendedora como cofundadora de The 
Cloud Gaming...
Justo. Para mí fue un máster. Yo tenía muy claro que quería emprender. Desde que salí de la universidad fui a todo tipo de eventos y charlas. Me rodeé de gente que ya invertía en startups y de emprendedores y fui aprendiendo. En un determinado momento, decidí que quería dar el salto. Al acabar la carrera, empecé a trabajar y a ahorrar para un día emprender. Entonces, sé lo que son las primeras etapas. Al final, no superamos ese valle de dos o tres años en el que se caen la mayoría de las compañías. Llegamos muy pronto a un mercado que todavía no estaba consolidado. Durante ese tiempo, puse mis recursos económicos, por eso digo que el emprendedor tiene que asumir riesgos. Ese máster, como yo lo llamo, me ayudó a estar ahora como inversora de forma muy empática con los emprendedores que están empezando.

Es usted licenciada en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por Icade, a lo que suma formación adicional en finanzas sostenibles y en inversión de impacto. Tiene experiencia en consultoría y banca de inversión. ¿En qué momento tuvo usted claro que quería dedicarse a este campo? ¿Le viene de familia?
No. En casa se dedican a la abogacía y al campo del trabajo social con personas con discapacidad. Es verdad que tengo influencia familiar sobre todo de la parte del trabajo social, que ha influenciado la tesis de inversión que tengo en este fondo en el sentido de promover la diversidad, la equidad y la inclusión. Pero desde que acabé la carrera tenía clavo que quería estar muy cerca del ecosistema emprendedor, pues me parecía que estaban construyendo el futuro. Y, por entonces, hablamos de que se estaban creando aplicaciones para los móviles.

La tecnología evoluciona muy rápido... 
Veía la tecnología como un tsunami y quería estar muy cerca. Estando en banca de inversión, pronto me di cuenta de que quería entrar en el 'venture capital', que es donde estoy hoy. Pero hace 15 años no había muchas oportunidades. Entonces, fui consolidando mi trayectoria y, por el camino, también emprendí.