El plan gallego para reactivar edificios sin acabar pone 1.700 obras de la Sareb en el foco
Entre las medidas de "choque" que la Xunta prevé desplegar en 2025 para poner coto a la crisis habitacional espoleada por el calentamiento del mercado del alquiler, la decisión de dar cobertura legal de forma excepcional durante tres años para que los promotores interesados puedan edificar nuevas viviendas en los edificios que quedaron sin acabar por el impacto de la crisis financiera satisface al sector, que llevaba tiempo demandando esta solución.
Según explica la Consellería de Vivenda, se trata de que puedan recuperar la licencia de obra que tenían vigente para reactivar los trabajos. La condición que pone la Xunta es que la mitad de los pisos que se construyan en cada caso sean protegidos.
Convencido de que se trata de una oportunidad con la que "se matan dos pájaros de un tiro", el secretario general de la Federación de Promotores de Edificación y Suelo de Galicia (Feproga), Juan José Yáñez, incide en que la medida tiene "un doble efecto". De un lado, abre la oportunidad de atacar "el problema del feísmo" y, de otro, permitirá incrementar la bolsa de vivienda "de forma importante".
Según los datos del Gobierno central, elaborados en base a los certificados de fin de obra de los colegios de arquitectos técnicos y a las compraventas, 2023 cerró con 18.447 viviendas nuevas sin vender en Galicia, un 3% menos que en 2022, un mínimo desde que arrancó la estadística en 2012.
En un escenario en el que la Xunta afirma carecer de una estimación a respecto de cuántas promociones se podrían reactivar, Feproga señala que "casi todas las estructuras" están en manos de la Sareb, la sociedad a la que las entidades herederas de las cajas traspasaron sus activos inmobiliarios tras el millonario rescate financiero.
En Galicia, el buscador online del banco malo indica que existen 1.717 "obras en curso" para las que busca comprador. De este total, 710 están en la provincia de A Coruña; mientras que en Pontevedra son 660; en Lugo, 308 y en Ourense, 39. Fuentes de la sociedad señalaron que no equivalen a edificios, sino que "cada unidad se refiere a cada división horizontal", de manera que entrarían en el cómputo pisos, bajos, plazas de garaje o trasteros.
El sector confía en que, si la Sareb fija precios "adecuados", varias operaciones prosperarán. Además de evitar burocracia, los promotores podrán aprovechar cimentaciones y estructuras.
Yáñez, que también es secretario general de la patronal de promotores de A Coruña Aproinco, constata que en la ciudad herculina esta media puede contribuir a combatir "los problemas de mendicidad y tráfico de drogas" que se producen al amparo de estos esqueletos inmobiliarios.
En el foco están tanto las construcciones sin terminar repartidas por las urbes como las ubicadas en la costa, las zonas en las que la actividad constructiva tenía mayor dinamismo cuando la crisis irrumpió en 2008 y lo paralizó todo. Con todo, desde Feproga auguran que la medida que la Xunta activará el próximo año tendrá efectos en toda la comunidad.


