Rueda achaca "un uso partidista" del caso Villares a la oposición, que lo culpa de "indignidade"

Alfonso Rueda, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro. AGN
Pontón y Besteiro cuestionan en un pleno tenso la permanencia en el cargo del mandatario, que defiende los tiempos en la gestión de la salida del exconselleiro y confía "na xustiza que protexe ás vítimas e a presunción de inocencia"

La denuncia por una supuesta agresión sexual interpuesta contra el que fuera hasta hace una semana conselleiro de Mar, Alfonso Villares, copó este miércoles la sesión de control al Gobierno gallego en un pleno tenso, en el que los líderes de la oposición coincidieron en cuestionar la actuación del presidente, Alfonso Rueda, e incluso su permanencia en el cargo. 

Mientras la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, lo culpó de incurrir "nunha indignidade moral e política" y cuestionó que el pontevedrés esté "capacitado para seguir como presidente da Xunta" al defender que debería haber "cesado de inmediato" a Villares después de que en febrero este le informase de la denuncia interpuesta en su contra, en lugar de "encubrilo durante meses", el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, se dirigió a Rueda para diagnosticar que "comeza a ser un problema para Galicia". "Cada día que pasa sen dar explicacións, demostra que non está á altura do cargo que ostenta", le dijo el lucense, que advirtió que "o silencio non é unha opción para un presidente digno" y que "o silencio, no seu caso, é unha verdadeira renuncia". 

Respaldado con prolongados aplausos desde las bancadas del PPdeG, el mandatario insistió en las explicaciones que rindió en la última semana, defendiendo la gestión de la crisis y avalando que el que fuera regidor de Cervo dimitió y renunció a su condición de aforado en cuanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) le notificó su condición de investigado. "Creo na xustiza que protexe aos denunciantes, ás vítimas -polas que a Xunta traballa- e cremos na presunción de inocencia", afirmó Rueda, que culpó a la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, de "retorcer" lo sucedido y de erigirse en "fiscal e xuíza" para "imputar" a Villares antes de que actúe la Justicia. 

Después de que el martes el PPdeG declinase que Rueda compareciese en un pleno específico para dar explicaciones sobre el caso, como reclamaron BNG y PSdeG, como era previsible, la denuncia copó el careo del presidente con los jefes de los dos partidos de la oposición pese a que el orden del día preveía que Besteiro preguntase por la eficacia de las políticas autonómicas en materia de vivienda y que Pontón hiciese lo propio en relación a la defensa del gallego. 

Besteiro inició su intervención cargando contra "o silencio" que, a su entender, guardó el presidente ante "cuestións que conmoven a gran parte da poboación de Galicia". Convencido de que no es labor de los representantes políticos "analizar as cuestións persoais nin os asuntos xudiciais", el socialista recalcó que Rueda debe "contestar e dar explicacións das condutas políticas" tras lo que le reprochó que "ocultase" durante "catro meses" la denuncia contra Villares.

Acto seguido, formuló una batería de preguntas, entre las cuales se interesó por los motivos que llevaron a "promover unha homenaxe institucional" a Villares, en relación al abrazo y a las muestras de respaldo que el exconselleiro recibió al asistir el pasado jueves a la toma de posesión de su sustituta, Marta Villaverde. También cuestionó al líder del PPdeG por el hecho de que la identidad de la denunciante, Paloma Lago, trascendise "minutos despois de que se confirmase a dimisión" de Villares, recordando que "filtrar o nome da denunciante é constitutivo de delito". A este respecto, afeó a Rueda que "non dixese unha palabra contra a violencia machista" y le advirtió que, aunque pueda "defender a inocencia do seu amigo e crer nela", como titular del Gobierno gallego no cabe hacer "un seguemento cego" de un investigado. 

Rueda ataca a Besteiro a cuenta de su pasado judicial

Echando la vista atrás, Rueda -que defendió que desde el jueves respondió a las preguntas que los medios le plantearon en diversos actos- reprochó a Besteiro ter "moi mala memoria". Fue para echarle en cara que en 2015 estuviese varios meses "imputado por catro ou cinco delitos", sin renunciar por ello al cargo de secretario general del PSdeG. "Seguiu tranquilamente", le espetó, para luego señalar que, entonces, apelaba "á súa presunción de inocencia" y defendía que la secretaría general del PSdeG "non era un cargo público". Y no dudó en disparar contra "o seu xefe de filas", Pedro Sánchez, que en un primer momento, antes de "deixalo caer", el líder del PSOE también "freou a súa dimisión trala súa imputación" al defender que la asunción de responsabilidades "viña co xuízo oral". "Polo tanto, vostede podía andar pola vida alegremente poliimputado con dez delitos. Non pasaba absolutamente nada", disparó. Lo hizo para reprochar a los socialistas que vayan "cambiando de criterio", una situación que ejemplificó en la permanencia en el cargo del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, procesado por el Supremo. 

"Respecten a xustiza, respecten a separación de poderes e a presunción de inocencia e, no fondo, tamén, respéctense a si mesmos", recetó el presidente a socialistas y nacionalistas.

Besteiro defiende que cuando él fue imputado en 2015 "na non ostentaba cargo público"

Besteiro no rehuyó el embate de Rueda a cuenta de causas judiciales como el Caso Garañón o la Operación Pulpo que, confesó, ya esperaba. "Imos a saco", arrancó el socialista, que corrigió al presidente para indicarle que fueron "oito meses" los que tardó en dimitir desde que en julio de 2015 resultase imputado por la jueza Pilar de Lara de cuatro presuntos delitos en el marco del caso Garañón.  En marzo de 2016 trascendía que la magistrada le notificaba su condición de investigado por otros seis delitos por su gestión en la Diputación de Lugo y Besteiro renunciaba pocos días después al cargo de secretario general. En todo caso, el lucense se escuda en que cuando se produjo la primera imputación "xa non ostentaba cargo público", pues ya no era presidente del organismo provincial lucense. El socialista se ampara así en que los partidos son asociaciones de derecho privado, un aspecto en el que chocó con Rueda, que ironizó con que se pueda equiparar dirigir el "terceiro partido de Galicia" con pilotar "un clube pequeniño".  

Y en una alusión velada a la popular Elena Candia, Besteiro no dudó en desempolvar los anónimos enviados en su contra a la Fiscalía.

Besteiro, que vio archivadas todas las causas a las que se enfrentaba, arremetió contra Rueda por su participación en la manifestación convocada por el PP el domingo en Madrid, ironizando con que fue "o día do pinchazo nacional". Lo hizo para invitarlo a "aplicarse a receita" que el popular extendió a Sánchez a através de sus redes sociales al que advirtió que, "por responsabilidad, es momento de convocar elecciones".

Crítico con el hecho de que Rueda no respondiese a sus preguntas sobre el caso Villares, el jefe de los socialistas le advirtió que "o seu silencio produce vergoña a todo o país" y "empobrece a política". Además, infirió que los "meses de ocultación" llevan a pensar que el presidente "ten información problemática e non a conta". 

En su réplica, Rueda volvió a defender que Villares renunció en cuanto el caso "entrou en fase xudicial" y extrajo como "mensaxe" de la intervención de su oponente que "se pode ser máximo responsable do PSdeG imputado por dez delitos ou máis" sin que exista "ningún problema". 

Y poniendo el foco en el asunto que figuraba en el orden del día, la vivienda, afirmó que "probablemente tivera aceptado" el refuerzo del Plan de Vivienda que el titular del Gobierno central  llevó a la Conferencia de Presidentes, que implicaba elevar a 7.000 millones la inversión para el próximo lustro, si bien culpó a Sánchez de no dar ocasión de votar el asunto a los mandatarios autonómicos. "Non se nos pediu opinión", reiteró Rueda, que señaló que Sánchez "foise enfadando" durante la cumbre de Barcelona hasta que "decidiu levantar a sesión e que non se votaba nada". A continuación, el titular de la Xunta trasladó a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, su interés por el asunto y esta "quedou en chamar", sin que lo hubiese hecho hasta la fecha. 

Pontón culpa a Rueda de "encubrir durante meses a un presunto agresor sexual"

La líder del BNG, Ana Pontón, inició su turno culpando al presidente de "encubrir durante meses a un presunto agresor sexual" y le reprochó "os aplausos" del PP. Contundente, le afeó que, desde que en febrero Villares trasladó a Rueda la existencia de la denuncia, este lo mantuviese en el cargo "cada luns sentado ao seu lado no Consello, viaxando en coche oficial, cobrando un salario oficial e utilizando un despacho oficial". 

Ante lo que considera "unha indignidade moral e política", la sarriana inquirió a Rueda sobre si se considera "capacitado para seguir como presidente da Xunta". "Calquera persoa decente que coñecera o caso, no seu lugar, teríao cesado de inmediato", le espetó, para luego acusarlo de "encubrir durante meses" al exconselleiro y de permitir que este "utilizase a sede oficial da Xunta para proclamar a súa inocencia", permitiéndole "saír pola porta grande" y amparando la "filtración do nome da vítima". 

Pontón, que envió su apoyo a Lago por dar "un paso valente" al denunciar "a un poderoso", afeó a Rueda que "non tivese nin unha palabra de apoio e de respecto" para ella y que, por el contrario, "pechase filas co seu conselleiro, proclamando a súa inocencia e, de facto, cuestionando a veracidade" de la denuncia, un proceder que atribuyó "ao máis puro estilo negacionista da extrema dereita". 

Ante un mensaje que ve "demoledor para as mulleres e a sociedade" en general, Pontón acusó a Rueda de "escribir a páxina máis indigna en 16 anos" de gobierno del PP y lo retó a aclarar si "despois desta indignidade" entiende que "pode seguir como presidente da Xunta. 

Crítico con que la jefa del primer partido de la oposición le quiera "dar leccións", Rueda volvió a aludir a la viñeta que la CIG hizo pública hace unos meses caricaturizando a la conselleira de Política Social para afear a Pontón que "baixase a cabeza" y no fuese "capaz de condenar comentarios machistas". Y también arremetió contra el apoyo del BNG a Sánchez  para reprocharle que "non dixese unha palabra" ante "os Koldos, Jéssicas, Cerdáns, os pisos e as contratacións", en alusión a los frentes que salpican al entorno del presidente. "Tan brava aquí e tan mansa alá", ironizó Rueda, que culpó a Pontón de erigirse "nun tribunal" y defendió que "a mellor maneira de protexer a xustiza, de protexer ás vítimas e ás persoas que denuncian é crear na xustiza e facer que funcione de verdade".

"Se non entende isto, non entende nada", aseveró el mandatario, que proclamó su "enorme respecto polas vítimas de violencia machista". Lo hizo para, a continuación, criticar a quienes hacen "un uso partidista" de quienes sufren este tipo de violencia y el "sectarismo e o desprezo á presuncion de inocencia".