Simón Pardiñas: "En España no falta talento en odontología, sino oportunidades"
Desde su A Coruña natal hasta las aulas de la prestigiosa Universidad de Nueva York, Simón Pardiñas ha trazado un camino extraordinario en el mundo de la odontología. Profesor, clínico y creador del exitoso canal Dentalk, demuestra que un gallego puede destacar y sobresalir entre los mejores del mundo.
¿Qué le llevó a interesarse por la odontología?
Desde pequeño me fascinó la medicina, un interés heredado de mis padres, médicos y dentistas. Pero fue en mi primer posgrado en Nueva York cuando descubrí el equilibrio perfecto entre la precisión técnica y el trato humano que caracteriza a la odontología. La experiencia de vivir en una ciudad tan vibrante marcó un antes y un después en mi vida profesional y, también, personal.
¿Qué diferencias observó en su formación internacional?
La práctica clínica es muy intensa desde el primer día en Estados Unidos. Estás constantemente trabajando con pacientes, lo que te obliga a aplicar conocimientos teóricos en casos reales desde el principio. Además, el sistema estadounidense fomenta una proactividad extrema en un entorno altamente competitivo y exigente. Esa cultura de esfuerzo y responsabilidad contrasta con la rigidez que a veces encontramos en las universidades españolas.
Y en Estados Unidos no resulta barato estudiar...
Exacto, allí no existe el concepto de 'dejar una asignatura para el verano o septiembre'. La educación es tan cara que simplemente no se pueden permitir fallar. Los estudiantes están muy enfocados porque no solo se juegan su futuro profesional, sino que muchas veces están pagando sus estudios con créditos de medio millón de dólares. No solo eso, la universidad puede echarte por no tener el suficiente rendimiento académico, ya que solamente quieren los mejores expedientes porque su prestigio está en juego.
¿Qué aspectos cree que se deberían incorporar en España y Galicia?
En nuestro país, en España, contamos con una de las mejores, si no la mejor, odontología del mundo, con profesionales y clínicos excepcionales. Lo que falta no es talento, sino oportunidades e inversión, sobre todo en investigación. Muchos profesionales se marchan porque no se les da el apoyo necesario para desarrollar todo su potencial y son fichados por empresas o universidades. Algo que se debe preservar es el acceso público y asequible a la educación universitaria, que en Estados Unidos está fuera del alcance de muchos. Por otro lado, allí los puestos docentes son muy competitivos y no pueden acomodarse porque siempre tienes que demostrar tu valía. España es más rígida en ese sentido.
¿Qué significa para usted este nombramiento en la NYU?
Es un sueño cumplido. Volver como profesor al lugar donde comencé mi formación avanzada es una manera de devolver a las nuevas generaciones lo aprendido. Este nombramiento no es solo un reconocimiento, sino también una oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo, para llevar lo mejor de la experiencia a mi tierra, Galicia.
Su canal Dentalk ha revolucionado la comunicación en odontología y acumula más de un millón de seguidores.
¿Cómo surgió la idea?
Nació de la necesidad de explicar tratamientos de forma visual y sencilla a los pacientes. Comenzó como un recurso para nuestra clínica en A Coruña, pero rápidamente vimos su potencial global al compartir los vídeos en YouTube. Hoy, con más de 1,25 millones de seguidores, es una herramienta educativa que conecta con profesionales y pacientes del mundo.
¿Cuál es la clave del éxito de este canal de comunicación?
La empatía y la calidad del contenido. Intentamos desmitificar la odontología con información rigurosa pero accesible, acompañada de animaciones 3D que eliminan barreras culturales y lingüísticas. Nuestro objetivo siempre ha sido educar y tranquilizar a los pacientes, mostrando que ir al dentista no tiene por qué dar miedo.
¿Cómo ve el futuro de la odontología en los próximos diez años?
La inteligencia artificial y la tecnología transformarán la profesión. Desde diagnósticos automatizados hasta tratamientos personalizados y más accesibles, avanzaremos hacia una odontología mucho más precisa e integrada en la salud general. También estamos investigando en la relación entre la salud oral y enfermedades sistémicas como el cáncer, algo que cambiará nuestra visión de la salud bucal.
"En Estados Unidos no existe lo de 'dejar una asignatura para septiembre'. La educación es tan cara que no se pueden permitir fallar"
¿Qué consejo daría a los jóvenes odontólogos gallegos que sueñan con una carrera internacional?
Que no se limiten. Hay que ser valientes, tocar puertas y estar dispuestos a salir de la zona de confort. La curiosidad y el aprendizaje constante son las claves para destacar en un mundo tan competitivo. Galicia tiene un talento inmenso, y estoy convencido de que nuestra tierra puede seguir brillando en cualquier rincón del mundo, no hay duda.
¿Cómo compagina su intensa actividad profesional y académica con su vida personal?
La verdad es que no es fácil. Mi consulta y mis pacientes son mi prioridad, pero fuera de ese horario también dedico mucho tiempo a la investigación, la preparación de conferencias y la creación de contenido para Dentalk. A veces ese tiempo sale de lo que debería ser mi tiempo libre, pero intento organizarme lo mejor posible.
¿Qué actividades le ayudan a desconectar o a encontrar equilibrio?
Practicar deporte, viajar, ir a conciertos de música rock y heavy metal, y disfrutar de los partidos del Dépor en Riazor son actividades que siempre intento reservarme.

