Los sindicatos médicos llaman a no usar los MIR como "mano de obra barata"

CSIF urge al ministerio a detallar qué funciones podrán ejercer los residentes de cuarto año y CESM rechaza interrumpir su programa formativo para que ocupen plazas "de difícil cobertura"
Estetoscopio.Pixabay
photo_camera Un facultativo con un estetoscopio. PIXABAY

El plan de la Xunta de reforzar en verano los centros de salud, puntos de atención continuada (PAC) y las urgencias hospitalarias con médicos internos residentes (MIR) de cuarto año, los conocidos como R4 en la jerga médica, que acabarán su formación en septiembre levanta ampollas entre las organizaciones sindicales, aunque la Xunta incide en que lo harán con supervisión, de forma retribuida y voluntaria.

Si el jueves la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec) apuntaba a la "dubidosa legalidade" de la hoja de ruta, este viernes tanto la CIG, como CSIF y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) movieron ficha, rechazando recurrir a los residentes "como mano de obra barata". Después de que el miércoles el Ministerio de Sanidad señalase tras la reunión del Consejo Interterritorial del SNS que pondría negro sobre blanco lo que pueden y no pueden hacer estos galenos, CSIF pidió conocer "la documentación elaborada con las instrucciones precisas a las comunidades" y con "los límites legales".

Junto con el déficit de profesionales sanitarios, la central incide en que los "desafíos" del sistema incluyen la "asimetría" retributiva entre las comunidades y el "déficit" salarial al que están expuestos los profesionales en formación.

Dando un paso más, CESM expresa ya su "rechazo" ante "cualquier propuesta de cambio en los programas formativos" de los R4 que pueda "suponer una carga para los profesionales en formación" durante el verano. Los médicos no ven con buenos ojos que puedan "cambiar de unidad docente" o tener que desplazarse a centros "en los que no hay formación" con la condición de que los acompañe un adjunto que ejerza como tutor.

Crítica ante una solución "apresurada" con la que se pretende parchear el deterioro "crónico" del sistema, la organización recalca que los galenos en formación "no son parte de las plantillas estructurales" y que entre sus funciones no está "asumir áreas de difícil cobertura". La confederación, que en un comunicado cargó este viernes contra el Ministerio de Sanidad, no ve "justificación formativa alguna" en desplazar a estos galenos en ciernes —2.500 en España, 127 internos de Medicina de Familia y 26 pediatras en Galicia— a otros centros "más allá de su utilización instrumental como mano de obra barata".

"La complicada situación que vive la sanidad no se puede solucionar a un mes del verano con medidas que van a perjudicar a los profesionales y fomentar el robo de facultativos entre comunidades", augura el colectivo que preside Miguel Lázaro Ferreruela, que recalca que cualquier actividad que realice un R4 debe "ser supervisada y tutorizada" y reivindica el derecho de los jóvenes que acaban en septiembre la especialidad a "completar su programa formativo en igualdad de condiciones" que las generaciones anteriores.

El colectivo incide en que cualquier cambio debe ser "evaluado y consultado" con los MIR a través de sus comités de empresa y órganos de representación.

El conselleiro de Sanidade manifestó que se recompensará a los MIR por su "generosidad" y rechazó que se recurra "a mano de obra barata"

Crítica con la "inacción" del ministerio, al que la Xunta atribuye la responsabilidad de que "haxa médicos" para contratar y también de que exista "un marco xurídico que permita facelo", la Consellería de Sanidade analiza el escenario con las gerencias de las siete áreas para cerrar la planificación "nas vindeiras semanas".

En un acto en Santiago, el conselleiro Antonio Gómez Caamaño defendió que, si bien los MIR de cuarto año están capacitados para pasar consulta "solos", estarán "supervisados" por otro facultativo. Preguntado por los medios a respecto de cómo se va a garantizar ese control, ironizó con que "no va a ser un bombero" el que se ocupe. Además, recalcó que esta encomienda "está perfectamente avalada desde el punto de vista legal".

La CIG pone en duda la oferta de estabilidad

La CIG arremetió contra la Consellería de Sanidade por haber remitido a las gerencias de las áreas sanitarias unas instrucciones que recogen las ofertas que podrán realizarse a los R4 que accedan a reforzar este verano. Como avanzó AGN, la hoja de ruta incluye una retribución de 2.037 euros al mes por atender la consulta de un centro de salud, 216,92 por prolongar la jornada cuatro horas y guardias pagadas en los PAC y urgencias hospitalarias. Además, el Sergas permite ofrecer por escrito "un compromiso de vinculación estable" al acabar la formación, una cuestión que crispa a la CIG. “Significa que a este personal se lle vai dar unha preferencia saltándose as listas de contratación?”, inquiere la central.

Competencia entre gerencias por fichar a profesionales

El sindicato infiere que "cada xerencia pode negociar individualmente" con el residente y ofrecerle o no el compromiso de vinculación en términos diferentes, por lo que ve riesgo de "unha competencia para captar aos novos especialistas".

Las retribuciones, en cuestión

La CIG censura que estas instrucciones "non pasaron pola mesa sectorial" pese a afectar a condiciones laborales. Por ello, ha enviado un escrito a la directora xeral de Recursos Humanos en el que critica que las retribuciones ofertadas "non se corresponden coas que perciben os especialistas", cuando durante el covid a los MIR que hicieron encomiendas se les reconocieron "as percepcións da categoría correspondente".