Tráfico infiltrará a agentes con motos camufladas para vigilar las concentraciones en Galicia

El objetivo es evitar derrapes, caballitos y demás acciones temerarias
Agentes de paisano. SOCIALDRIVE
photo_camera Agentes de paisano. SOCIALDRIVE

Con el buen tiempo como aliado, cientos de motoristas salen estos días a las carreteras gallegas, aunque por desgracia no todos vuelven de sus viajes, como el chico de 32 años que perdió la vida jueves en Cangas, el de 38 fallecido hace mes y medio en O Rosal o el de 41 que dos semanas después sufrió un fatal accidente en Pereiro de Aguiar. Con el objetivo de echar el freno a la siniestralidad, la DGT ha implantado una experiencia piloto en Galicia —convertida en su particular laboratorio por la fisonomía de sus carreteras— que pone en circulación a agentes de paisano en motos sin ningún tipo de distintivo para controlar el tráfico en carreteras con curvas "frecuentadas por motoristas" y, sobre todo, en concentraciones, "donde consta que se cometen diversas infracciones".

Así lo informó a las cámaras de la TVG el guardia civil Héctor Teixeira, a la vez que aclaró que la "única intención" del cuerpo es la de "recaudar vidas" ante la evidente peligrosidad de circular sobre dos ruedas, una pasión en la que, por desgracia, la diversión que pueden proporcionar tramos con curvas va aparejada a la peligrosidad del mismo trazado. "Hay ciertas carreteras en las que los motoristas creen que nunca vamos a estar y queremos acabar con esa sensación de impunidad, que sepan que sí vamos a estar en esas zonas de curvas y peligrosas", asegura el agente Teixeira.

Estos agentes camuflados ya vigilan algunas vías, si bien las concentraciones tendrán que esperar: hay tan solo dos previstas y en un mes

Otro tanto ocurre en las concentraciones de motos, que algunos —unos pocos pero que hacen mucho ruido— aprovechan para cometer diversas infracciones que ponen en peligro sus vidas y las de terceros, tales como derrapajes, caballitos, aceleraciones o quemar rueda, unas acciones en las que el mínimo despiste puede acabar en tragedia.

Para sancionar y a la vez disuadir de estas temeridades, equipos de guardias civiles se infiltrarán entre los moteros y estarán muy atentos a los comportamientos del resto sobre el asfalto. Irán en grupos de cuatro, avanzó Teixeira, para cumplir tanto una función operativa —dos agentes grabarán las infracciones con cámaras para que haya pruebas de las mismas y otros dos procederán a identificar, placa en mano, a los autores— como para pasar desapercibidos, ya que uno o dos solos podrían levantar sospechas en este tipo de eventos, que se caracterizan por la presencia de grandes grupos.

De todos modos, la iniciativa apenas podrá testarse este verano ya que en la actualidad solo hay dos concentraciones previstas: la del 21 de agosto en O Ulla y la del 29 en Redondela —el resto fueron canceladas a causa de la pandemia—, por lo que en este ámbito la DGT mira a medio plazo. Sí será inmediata la incorporación de las motos camufladas a las carreteras, donde ya han sido detectadas por usuarios de la app SocialDrive.

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