Urgen un plan de choque en Galicia tras las 32 muertes laborales en medio año

La comunidad arroja la segunda mayor tasa del país, con Lugo entre las diez provincias más afectadas en proporción
Un hombre se lamenta tras el accidente en la mina asturiana de Cerredo de marzo de 2025. CARLOS CASTRO (EUROPA PRESS)
Un hombre se lamenta tras el accidente en la mina asturiana de Cerredo de marzo de 2025. CARLOS CASTRO (EUROPA PRESS)

Un total de 32 trabajadores fallecieron en Galicia en el primer semestre de este año a causa de accidentes laborales, dieciseis en A Coruña, diez en Pontevedra, cuatro en Lugo y dos en Ourense. En torno a uno por semana, lo que convierte a la comunidad gallega en la segunda autonomía con peor tasa de incidencia de todo el país, según advierte UGT sobre unas cifras que considera "intolerables" y que, a su juicio, reflejan que "é necesario actualizar" la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para adaptarla "ás novas realidades do mundo do traballo, fortemente influído polas transicións demográfica, climática e dixital". 

En los seis primeros meses de 2025, el Ministerio de Trabajo recoge 14.315 siniestros laborales en Galicia, bien en el puesto de trabajo o de camino a él, lo que equivale a cerca de 80 al día. La gran mayoría quedan en poca cosa, calificados como leves. Pero, de este total, 221 tuvieron consecuencias graves para el afectado y, en 32 de los casos, el resultado fue mortal. 

Poniendo en relación el número de accidentes mortales con el número de trabajadores, Galicia arroja 0,442 puntos en este apartado, "moi por enriba dos 0,238 da media estatal", advierte UGT. Solo La Rioja muestra una tasa mayor. Y esos 32 fallecidos superan al total de autonomías tan populosas como Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. 

Por provincias, Lugo es la que sufre una ratio más elevada de las cuatro, con un 0,549. De hecho, queda en el octavo puesto de entre todas las provincias españolas.

Tabla de accidentes

La construcción, el sector más afectado

En cuanto a las grandes divisiones profesionales, la construcción es la que, en proporción a su masa laboral, es la que más accidentes ha sufrido en esta mitad inicial del curso, seguida de la industria, el sector agrario y los servicios.

Aunque, por volumen total de casos, sobresale la industria manufacturera gallega –que incluye sectores capitales para la economía de la comunidad, como el alimentario y conservero, la energía o el textil–, con 3.164 incidentes.

Asimismo, el sindicato incide en que los 14.315 accidentes laborales de este periodo suponen un repunte del 1,53% frente al mismo tramo de 2024.

En el caso de los que resultaron en la muerte del trabajador, la proyección para este año completo coincidiría de pleno con los 64 del curso pasado, los cuales, además, representaron un incremento del 14,3% en comparación con los 56 de 2023. 

Cambios normativos y de protocolos 

En vista de estas "elevadas cifras", UGT concluye que "a seguridade e saúde no traballo segue sendo unha materia pendente nas empresas", dado que, a su juicio, se limitan a "cubrir o expediente" en este apartado, sin aplicar medidas reales y efectivas.

En este sentido, sostiene que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales "non conseguiu un dos seus principais obxectivos, como é o de que a prevención de riscos laborais intégrese no sistema xeral de xestión da empresa". 

Así pues, urge a los políticos, tanto autonómicos como estatales, poner en primera línea este asunto, negociando con los agentes sociales "un plan de choque" que alivie la magnitud del problema.

Al respecto, su receta pasa propuestas como crear a nivel estatal "unha figura similar" a la del delegado territorial de prevención de riesgos laborales, reforzar con recursos la Inspección de Trabajo y la Fiscalía especializada; constituir juzgados específicos, proteger la salud mental de los trabajadores o desarrollar "unha lexislación diferenciada" de los riesgos psicosociales de origen laboral. 

Pero también dotar de "perspectiva de xénero" la legislación y "mellorar os protocolos" empresariales ante fenómenos meteorológicos adversos ligados a la "emerxencia climática que estamos a vivir".