Peugeot Rifter

Conciliación familiar

A medio camino entre un monovolumen y un vehículo comercial, el Rifter ofrece un amplio abanico de soluciones para cualquier necesidad.

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photo_camera Peugeot Rifter. EP

Para los conductores que anteponen la practicidad al diseño, el Peugeot Rifter puede ser su opción ideal. Este modelo ofrece una estética que, en su parte frontal, recuerda a un SUV, tiene la funcionalidad y practicidad de un monovolumen y posee la capacidad de carga que se le exige a un vehículo comercial. Por eso, si su preocupación es poder conciliar su vida laboral con la familiar, este es sin duda su coche.

La gama Rifter está disponible con una mecánica gasolina de la familia Puretech de 110 caballos de potencia y dos diésel BlueHdi de 100 y 130 caballos. De todas ellas, esta última versión más potente es la protagonista de esta prueba.

Esta mecánica encaja perfectamente con la personalidad y características de este modelo. Se trata de un bloque de 1.5 litros de cilindrada y cuatro cilindros, que destaca por su buen comportamiento a bajas revoluciones. Empuja de forma progresiva desde apenas 1.000 vueltas y siempre con unos consumos muy comedidos, en torno a los 6,5 litros cada 100 kilómetros en condiciones normales de tráfico.

Para transmitir la fuerza del motor a las ruedas, se puede optar por un cambio manual de seis velocidades o automático. La versión probada era la manual y resulta una buena elección por la suavidad y rapidez de la palanca.

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Otra de las características principales del Peugeot Rifter es la ergonomía del puesto de conducción. Precisamente es en este aspecto donde la Rifter marca unas más claras diferencias con relación a su primos Citroën Berlingo y Opel Combo —todos ellos utilizan la misma plataforma EMP2 y se fabrican en el centro de PSA en Vigo— al incorporar el conocido como i-Cockpit.

Esto se traduce en un volante de pequeño tamaño, una instrumentación elevada que se consulta por encima del volante y la pantalla central en posición elevada que asume la mayoría de funciones del coche.

Pero, además, este modelo ofrece un equipamiento hasta ahora inédito en este segmento del mercado. Puede montar el sistema de navegación, apertura y arranque sin llave, aviso por cansancio, sensores de aparcamiento, cámara trasera, asistencia al aparcamiento, velocidad de crucero adaptativo, aviso por precolisión, control de ángulos muertos, alerta por cambio involuntario de carril, el el control de descenso, o el Advanced Grip Control, que permite adaptar el par motor a la adherencia de la superficie por la que se circula, pudiéndose elegir entre las funciones estándar, arena, barro o nieve.

El confort de marcha del Rifter también destaca a un buen nivel. La insonorización del habitáculo es buena y no desmerece con relación al nivel de confort que ofrece cualquier monovolumen de tamaño compacto.

Sin embargo, es en los apartados de versatilidad de uso y funcionalidad del habitáculo, donde el Rifter se pone un peldaño por encima de los monovolúmenes convencionales. Es cierto, que su aspecto de vehículo comercial hace que para muchos usuarios este modelo pierda atractivo, pero la realidad es que para viajar en familia y con total comodidad, pocos modelos pueden ofrecer lo mismo que el Rifter. Y es que tanto en su versión corta de 4,40 metros, como en la larga, de 4,75, este modelo se perfila como un familiar de lo más recomendable.

Los asientos de la segunda fila son individuales y la anchura de todos es tal que sería posible instalar en cada uno de ellos una silla de retención infantil, algo al alcance de muy pocos vehículos del mercado. Además, si las necesidades de transporte de personas son aún mayores, el Rifter puede incorporar una tercera fila de asientos, para habilitar un total de siete plazas.

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En configuración de cinco plazas, el Rifter ofrece en su versión corta un volumen de carga de 597 litros. Un enorme maletero al que se accede cómodamente gracias al enorme portón con un plano de carga muy bajo y al que también se puede acceder a través de la luneta trasera, que se abre de forma independiente.

El sistema para abatir total o parcialmente cada uno de los asientos para adaptar así el interior a las necesidades de carga de cada momento resulta muy sencillo, pero, además, el Rifter dispone en su interior de un gran número de huecos portaobjetos, entre los que destacan la guantera delantera, dos espacios con persiana en la consola central, tres bandejas detrás del volante, otra detrás de la pantalla central y junto al cambio, una bandeja en el lado del acompañante y en los modelos con techo solar (Zénit), un portaobjetos traslúcido que se prolonga a lo largo de todo el habitáculo y que combina con un cofre trasero superior, al que se accede desde el portón del maletero.
La gama del Peugeot Rifter está disponible en la red de concesionarios de la marca desde 17.700 euros.

FICHA TÉCNICA

Motor
Combustible: Diésel
Cilindrada: 1.499 cc
Número de cilindros: 4 en línea
Potencia: 130 CV
Par máximo: 300 Nm
Transmisión

Tracción: Delantera
Cambio: Manual

Dimensiones

Largo: 4,40 ó 4,75 metros
Ancho: 1,84 metros
Alto: 1,79 metros

Precio
Gama desde 17.700 euros

CONCESIONARIO EN LUGO

Peugeot Martinez

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