El municipo pontés se tiñó de verde para celebrar su más emotiva Feira do Grelo. En su trigésimo quinta edición, una de las citas con más arraigo en la localidad, quiso homenajear a uno de sus precursores y a un clásico.
El Concello instauró ayer el premio Alexandre Pérez-Sindín Fraga –que se entregará a partir de ahora a la mejor cesta del concurso cada año en forma de un objeto diseñado por un artesano local–, para honrar la memoria de "un libro con patas" con "el corazón dividido entre A Mariña lucense y As Pontes", que apostó por organizar la feria hace 35 años, tal y como recordó el alcalde, Valentín González Formoso, en un acto en el que participaron su viuda y sus hijos. Y el Mercado Vello acogió una exposición en recuerdo del torneiro pontés Fernando Vérez, que tantas veces estuvo presente en la muestra de artesanía en la que ayer varios de sus compañeros mostraban el oficio en vivo.
Como una compañera más, ya casi una habitual del programa, la lluvia no quiso perderse una feria que transcurrió entre el sonido de las gaitas tradicionales y los ritmos de los Balcanes, de la mano de Fanfarria Taquicardia.
Los grelos, los grandes protagonistas, volaron en pocas horas, igual que los freixós, el complemento gastronómico imprescindible de una feria para degustar los sabores del invierno. Se repartieron más de 300 menús de cocido, que muchos decidieron comprar para llevar para escapar del frío, mientras los restaurantes se llenaron de gente dispuesta a dejarse conquistar por el paladar.
En el concurso de cestas, pese a que los productores aseguran que no fue un buen año para el grelo, se presentaron un total de 62 propuestas llegadas en su gran mayoría de Xermade, Vilalba, Ferrol, Monfero y As Pontes.
En total se repartieron más de mil euros en premios. La pontesa Dina Franco, un clásico de esta cita, consiguió el primero a la calidad y se estrenó con el premio honorífico, una sella realizada por Andrés Otero. Luz Divina Alonso, también de As Pontes, ganó con el diseño de su propuesta, "unha cabaneta con boneca de Entroido" y un arsenal alimentario: "chourizos, rosquillas, orellas, freixós e touciño". Josefa Basoa, María Luz Vázquez, Andrea María Carballo, Josefa Filgueiras, Telmo Carballeira, Eva Garrido y Ana Isabel Pico se repartieron el resto.
