Hay algo en nuestro interior que nos lleva a hacer promesas cuando de verdad añoramos o necesitamos algo. También cuando nos hace falta una fuerza anímica ajena a la nuestra, , que no siempre tiene que ver con la religión que cada uno practique, y que nos lleva a comprometernos con hacer algo si se cumple esa carencia. Es un agradecimiento afectivo, emocional y que, en algunos casos, nos puede cambiar la visión de la vida y cómo disfrutarla a partir de ese momento.
El Camino de Santiago es uno de esos refugios a los que mucha gente se acoge. Tengo varios amigos que lo tienen en su prioridad. Algunos no practican la religión católica y, aún así, ven en los trayectos de ese camino una vía de redención. Hacerlo puede ser sanador, terapéutico, una ocasión de comenzar una segunda vida.
Días atrás vimos, en los medios de comunicación, la llegada de Dani Rovira a la Plaza del Obradoiro, después de cumplir varias etapas del Camino, realizadas por una buena causa. Recuperado de su linfoma de Hodgkin, que nunca ocultó y lo verbalizó para ayudar con optimismo a quienes pasaban por el mismo trance, el actor se involucró en un peregrinaje, que inició en bicicleta desde Mérida, para visibilizar el síndrome de Rett y recaudar fondos para la investigación de esa enfermedad rara.
Motivos emocionales fueron los que llevaron a Carlos Herrera, hace ya más de 20 años, a incluir una etapa del Camino en su devenir vital. Todos los años, desde ese primero que lo inició en Estella, el comunicador recorre las distintas etapas del trayecto. Nada ni nadie le desvía de sus días de desconexión en el mes de julio, que es cuando se lanza a caminar y descubrir una aventura que no deja de sorprenderle.
"Te estás ganando el cielo con tanto Camino", le dije un día. "El mejor Camino de Santiago es el que haces por dentro de ti mismo, cuando vas caminando, y es una experiencia que algunos se la toman como un 'tour de forcé' y agotarse, pero no hace falta eso", me respondió.
Para Carlos es una manera de resetear su vida. "El camino, para mí, es la excusa para estar con mi yo unos cuantos días. Descansar mente y cuerpo, caminar por el campo, ver amanecer en esos lugares tan maravillosos, comer bien, parar en sitios agradables y, luego, llegar a tu Galicia y ya morir allí. Yo he hecho tu querida tierra por todos los caminos habidos y por haber, solo me queda uno, el camino primitivo que va desde Oviedo, pasando por Lugo, hasta que llegas a Santiago. Y ese es el que voy a hacer ahora".
Cuando hace un año nos cambió la vida a todos en un simple pestañeo, el Xacobeo 2021 estaba perfilado. El presidente Feijoo y Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta y 'alma mater' de toda la organización, vieron como todo lo previsto se quedaba en el limbo de la incertidumbre.
Han luchado contra los elementos y conseguido reconstruir, según se han ido desarrollando los acontecimientos generados por la pandemia, un evento tan significativamente emocional e ilusionante. El Camino unifica turismo y seguridad. Os animo a comprobarlo. Camina a Galicia...
