El nieto de Franco elude la cárcel después de atropellar a dos guardias civiles

Uno de los acompañantes del vehículo, además, encañonó a los agentes con una escopeta
Francis Franco. ANTONIO GARCÍA (EFE)
photo_camera Francis Franco. ANTONIO GARCÍA (EFE)

Francisco Franco Martínez-Bordiú, más conocido como Francis y nieto del dictador Francisco Franco, no entrará en prisión por haber atropellado a dos guardias civiles, después de que el Tribunal Constitucional no haya admitido a trámite el recurso que presentó uno de los agentes.

En el auto judicial, al que han tenido acceso diversos medios nacionales, el tribunal no aprecia "la especial trascendencia constitucional" requerida para admitir el citado recurso.

HECHOS. De esta forma, se pone fin al proceso judicial contra Francis Franco por unos hechos ocurridos el 30 de abril de 2012.

Ese día, dos guardias civiles dieron el alto a un vehículo que circulaba en sentido contrario y con las luces apagadas por la N-234, a la altura de Calamocha (Teruel). Tras negarse a detenerse, el conductor protagonizó una fuga que terminó cuando fue interceptado después de recorrer 30 kilómetros.

En ese momento, uno de los ocupantes del coche encañonó a los guardias civiles con una escopeta –según informa El País–, mientras el conductor embestía contra el vehículo policial y hería a uno de los agentes.

Un juzgado de Teruel dictaminó en 2018 que Francis Franco era el que conducía el coche, algo que fue revocado por la audiencia provincial al no hallar "prueba de cargo suficiente" para no respetar la presunción de inocencia, a pesar del testimonio de uno de los guardias civiles –que lo identificó en el juicio– y que el sistema de localización de su móvil lo situaba en el lugar de los hechos.

DEFENSA. En su declaración durante el juicio, el nieto de Franco defendió que el día de los hechos se encontraba en Madrid y no en Teruel.

Relató que el 29 de abril había viajado desde su finca de Aranda del Moncayo (Zaragoza) a Madrid debido a la previsión de mal tiempo, y derivado de ello, a que no podría cazar. Según su versión, conoció el incidente con la Guardia Civil cuando le dejaron un recado desde su oficina en un aparcamiento de Madrid, diciéndole que estaban llamando desde el Instituto Armado "de manera muy inquisitoria" y pidiendo las llaves del vehículo implicado, el cual pertenecía a una sociedad gestionada por su hijo Francisco.

Cuando tuvo conocimiento del hecho, decidió desplazarse en Ave a la zona, en concreto a Calatayud (Zaragoza), donde, según su relato, le recogió Marius, el exempleado suyo al que Franco acusó de ser el causante del incidente con la Guardia Civil.

Siguiendo esta versión, el exempleado, en Calatayud, le pidió "disculpas" por haber tenido un "problema" con la Guardia Civil y le comunicó, asimismo, que los daños en el coche eran "muy leves"; también le entregó una bolsa que iba en el vehículo implicado, entre cuyo contenido se encontraba un teléfono y una tablet. 

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