El precedente del cocodrilo de Valladolid: un ejemplar de 2,13 metros localizado en Málaga

En 2013 se registró una situación muy similar a la que se está viviendo actualmente en el entorno del Duero
El rastreador de animales Fernando Gómez (2d) conversa con efectivos de la Guardia Civil durante la búsqueda del cocodrilo visto en Valladolid. NACHO GALLEGO (EFE)
photo_camera El rastreador de animales Fernando Gómez (2d) conversa con efectivos de la Guardia Civil durante la búsqueda del cocodrilo visto en Valladolid. NACHO GALLEGO (EFE)

Bromas, escepticismo y algo de miedo. Las circunstancias que están rodeando a la búsqueda del cocodrilo que varias personas dijeron haber visto en la confluencia de los ríos Duero y Pisuerga en Simancas (Valladolid), guardan un gran paralelismo con un suceso ocurrido entre febrero y abril del año 2013 en Málaga.

Tal y como recuerda El Mundo, en aquella ocasión todas las dudas se disiparon en cuanto Enrique Prieto, con una amplia experiencia en el desierto de Kalahari y como gerente de Cocodrilos Park, en Torremolinos, afirmó categóricamente que las pruebas encontradas –huellas y restos de animales– correspondían a un cocodrilo "de un tamaño considerable".

En concreto, el animal fue avistado por primera vez por un motorista en unas lagunas del municipio malagueño de Mijas. Durante meses, los profesionales del Seprona peinaron la zona con insistencia en busca del cocodrilo, sobre el cual se hicieron una serie de bromas que se tornaron en miedo en cuanto las voces autorizadas confirmaron la historia.

Finalmente, el 13 de julio –dos meses después del primer avistamiento–, fue localizado. La sorpresa llegó cuando los rastreadores se encontraron cara a cara con el animal. "Era un ejemplar macho de cocodrilo del Nilo de 2,13 metros de longitud y estaba tieso como un garrote", declaró a El Mundo una periodista que siguió el caso de cerca.

Hasta cuatro agentes de la Guardia Civil hicieron falta para rescatar el cuerpo del gigantesco reptil, cuya muerte se debió a una hemorragia interna.

La investigación del caso no pudo aportar datos sobre el origen del cocodrilo, aunque sí muchas hipótesis, como en el caso actual de Valladolid: la más probable, que el animal se había escapado de una finca particular o que había sido soltado por su dueño, aunque nunca se pudo confirmar al no localizar al presunto propietario.

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