Jorge de Vivero definió este jueves Puertas del Camino como "un libro que se anda", planteado para abrir ante los lectores una doble posibilidad, la de leerlo de corrido o la de ir a salto de mata, transitándolo por el orden de su interés y concebido mientras se caminaba. Ante un patio de O Vello Cárcere abarrotado el escritor —que tomó la palabra también en representación de los dos fotográfos coautores de la obra, Pepe Tejero y Roberto Díaz— explicó el objetivo de la obra, reunir las 50 puertas más espectaculares de la ruta jacobea.
Reconoció que, inicialmente, le pareció un proyecto disparatado. Le propusieron comenzar e ir probando. "Después de ver la primera puerta, la de Fisterra, me pareció mejor idea. Con la almejas que nos comimos ese día, aún mejor y, para el café con gotas ya lo vi totalmente claro", admitió entre las risas de los asistentes y, en complicidad con el prologuista, José de Cora. El escritor y vicepresidente y consejero editorial de El Progreso había dicho en su presentación que los tres autores "aseguran que han trabajado mucho pero también se lo han pasado de miedo".
Para materializar la obra, los De Vivero, Tejero y Díaz recorrieron las ocho variantes del Camino —Norte, Francés, Invierno, Primitivo, Inglés, Fisterra, Portugués y Vía de la Plata— en sentido inverso al habitual. "Estructuralmente quedaba así mucho mejor y, además, fue un homenaje a mis queridos exploradores victorianos, que conocieron África siguiendo el cauce del río desde su desembocadura, como Livingstone o Stanley", aseguró. Santiago fue por tanto el centro y consideraron las rutas como los brazos de una estrella, localizando en cada brazo las puertas de los templos más representativos.
De Cora destacó que, aunque muchas de las puertas puedan resultar familiares para el público, la mayoría resultarán un descubrimiento al adentrarse en el libro. "Les recomiendo que lleven el libro en el coche y que, al pasar por algún enclave, vayan a ver esa puerta con él. La fotografía mejora la visión en este caso", dijo y aseguró que algunas con las que ya estaba familiarizado "se me revelaron como otra obra de arte" gracias, precisamente, al poder de la imagen.
Por su parte, el periodista de la SER Juan Carlos Rodríguez, que también participó en la presentación de Puertas del Camino, hizo hincapié en que las fotografías "hablan, en este caso, tanto como el texto".
La obra recoge una cincuentena de accesos a templos del Camino, de los que 21 son gallegos. El vicepresidente de El Progreso recordó el carácter aglutinador y simbólico de muchas puertas, que concentran los mismos elementos que se pueden observar en el altar. "Actúan como separación del mundo material, del exterior, del sacro, del interior", recordó y dijo de la obra que se trataba de una "ectura amable y documentadísima".
De Vivero explicó que, con respecto al texto, su objetivo fue aportar una pequeña pincelada de su impresión subjetiva al ver cada una de las puertas para acompañar la reseña de cada una, todo escrito con "ligereza", pero no superficialidad. "Lo contrario de la ligereza no es la profundidad sino la pesadez", recordó este jueves el escritor
