Adiós al pulpo gallego y crece la dependencia de Marruecos

La captura del animal estará prohibida en aguas gallegas, afectando tanto a la flota profesional como a la pesca recreativa
Plato de pulpo. BEGO PÉREZ
Plato de pulpo. BEGO PÉREZ

La demanda de pulpo en España supera con creces la capacidad de producción local. Según datos de la industria, Galicia produce aproximadamente el 20% del que consume, lo que ha llevado a una dependencia creciente de las importaciones, especialmente las procedentes del norte de África. Concretamente, Marruecos se ha consolidado como el principal proveedor de pulpo, con exportaciones que han alcanzado cifras récord en los últimos años.

A esto se añade ahora que la Consellería do Mar, en colaboración con el sector pesquero, viene de establecer una parada biológica en abril y una veda total de la pesca de pulpo en mayo y junio para proteger la reproducción de la especie y garantizar su sostenibilidad en Galicia.

Esto quiere decir que durante estos tres meses, la captura del animal estará prohibida en aguas gallegas, afectando tanto a la flota profesional como a la pesca recreativa. Las embarcaciones deberán retirar sus nasas y los amantes de esta delicia gastronómica no podrán disfrutarla en sus platos, al menos, recién salida del agua y de forma legal.

La alternativa llega desde Marruecos: una dependencia creciente

Pero, ¡tranquilidad! Que nadie se alarme. La presencia del pulpo en Galicia está garantizada. En los últimos años, el mercado gallego ha experimentado un incremento notable del producto importado de Marruecos, convirtiéndose en mucho más que una alternativa para los comercios, restaurantes, empresas o distribuidores de la comunidad. 

Empresas del sector reconocen que la producción local no es suficiente para satisfacer la alta demanda, lo que ha propiciado la entrada del pulpo marroquí en el mercado nacional. Sin embargo, esta situación genera inquietudes sobre la calidad y la autenticidad del producto que llega al consumidor.

Diferencias principales entre el pulpo gallego y el marroquí

Las diferencias entre el pulpo gallego y el marroquí son notables y van más allá de su origen geográfico. El pulpo gallego habita en las frías aguas atlánticas y se alimenta principalmente de crustáceos y moluscos –una dieta que ya quisieran muchos–, lo que le confiere una textura más firme y un sabor más intenso. En contraste, el pulpo marroquí, procedente de aguas más cálidas, suele ser de mayor tamaño y presenta una textura más blanda.

Además, durante la cocción, el pulpo gallego tiende a mermar más en comparación con el marroquí, que mantiene mejor su volumen y pierde menos piel. Estas características hacen que el pulpo de origen gallego sea especialmente valorado en la gastronomía, aunque su preparación requiera más cuidado

La importancia de la información al consumidor

La creciente presencia de pulpo importado en el mercado ha puesto de manifiesto la necesidad de una correcta identificación del origen del producto. José Manuel Rosas, presidente de la Cofradía de Pescadores de Bueu, destaca la importancia de que los consumidores conozcan la procedencia del pulpo que degustan o adquieren: "Eu creo, con todo o convencemento do mundo, que se teñen unha garantía de que están comendo é galego, van repetir!"

Esta transparencia no solo permite al consumidor tomar decisiones informadas, sino que también protege y valora el trabajo de los pescadores locales como Rosas, que se esfuerzan por mantener la calidad y la sostenibilidad de sus capturas.

Impacto económico y sostenibilidad de la pesca artesanal

La competencia del pulpo marroquí, junto con la reducción de las capturas locales, ha afectado la economía de las cofradías y de los pescadores gallegos. Aunque los altos precios actuales del pulpo compensan parcialmente la menor producción, existe preocupación por la sostenibilidad a largo plazo de la pesca artesanal, realizada con nasas en zonas de poca profundidad.

Rosas señala que, aunque la situación es complicada, hay esperanza si se adoptan medidas adecuadas: "O semáforo está en ámbar porque levamos dous anos consecutivos de campañas non moi boas, pero se retomamos o camiño e facemos as cousas ben, coido que se pode vivir de pescar polbo", explica.

La gestión responsable de los recursos marinos y el respeto a las vedas son fundamentales para garantizar la continuidad de esta tradición pesquera que es parte intrínseca de la identidad de la tierra, sobre todo, en algunos lugares de As Rías Baixas.

El futuro del pulpo gallego en un mercado globalizado

La globalización ha facilitado el acceso a productos de diversas procedencias, pero también ha planteado retos para las producciones locales que deben competir en calidad y precio. El pulpo gallego, reconocido internacionalmente por su excelencia, enfrenta el desafío de mantener su posición en un mercado donde el pulpo marroquí gana terreno debido a su disponibilidad y coste.

Para asegurar el futuro del pulpo ADN gallego, es esencial fomentar políticas –por ejemplo, la reciente veda de la Xunta– que apoyen la pesca sostenible, promuevan la formación de nuevos pescadores y garanticen la trazabilidad del producto. Solo así se podrá preservar una tradición que, más allá de su valor económico, es símbolo de la cultura y el orgullo de Galicia.

Como afirma José Manuel Rosas, sin desmerecer a ningún otro tipo de alimento: "O polbo galego, estou convencido, é o mellor do mundo". Una afirmación que refleja la pasión y el compromiso de quienes, día a día, salen al mar para llevar a nuestras mesas un producto único e inigualable. Ahora, toca parar tres meses, todo sea por seguir disfrutando de la calidad del pulpo autóctono.

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