Así es el impuesto silencioso que hará que tu sueldo baje a partir de 2026
El salario neto de todos los trabajadores españoles sufrirá una nueva reducción a partir de enero de 2026 debido al incremento progresivo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Esta medida, que ya está afectando a las nóminas desde 2023, experimentará un nuevo aumento del 0,80% actual al 0,90% en 2026, lo que se traducirá en una disminución del poder adquisitivo para millones de empleados en España.
El MEI fue implementado por primera vez el 1 de enero de 2023 como parte de la reforma de pensiones acordada con Bruselas dentro del Plan de Recuperación. Su principal objetivo es reforzar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, especialmente ante la inminente jubilación de la generación del baby boom. Inicialmente, este mecanismo supuso una cotización adicional del 0,6% sobre el salario bruto, distribuida entre empresa (0,5%) y trabajador (0,1%).
Durante este 2025, el MEI ha representado ya un 0,8% del salario bruto, siendo el 0,67% asumido por las empresas y el 0,13% por los trabajadores. En el caso particular de los autónomos, la carga completa del 0,8% ha recaído íntegramente sobre ellos mismos, mermando significativamente sus ingresos. Este escenario se complicará aún más en 2026 con el nuevo incremento previsto.
Cómo afectará el aumento del MEI a tu nómina en 2026
El próximo año, el MEI pasará del actual 0,80% a un 0,90% total, con una nueva distribución: un 0,75% será aportado por la empresa y un 0,15% lo asumirá directamente el trabajador. Este incremento, aunque pueda parecer mínimo a primera vista, tendrá un impacto real en los ingresos netos de todos los asalariados españoles, variando su magnitud en función del nivel salarial.
Para dimensionar el efecto práctico de esta subida, podemos analizar varios ejemplos concretos según distintos niveles salariales. Un trabajador que perciba 1.200 euros brutos mensuales verá un recargo total de 10,80 euros, de los cuales 9 euros correrán a cargo de la empresa y 1,80 euros saldrán directamente de su bolsillo. Para salarios de 1.500 euros brutos, la aportación conjunta ascenderá a 13,50 euros, con 11,25 euros asumidos por el empleador y 2,25 euros por el empleado.
En el caso de sueldos más elevados, el impacto económico será proporcionalmente mayor. Con un salario de 2.000 euros brutos mensuales, el importe total del MEI será de 18 euros, distribuyéndose entre 15 euros para la empresa y 3 euros para el trabajador. Si nos movemos hasta los 2.500 euros de sueldo bruto mensual, la cotización alcanzará los 22,50 euros en total, con 18,75 euros correspondientes a la parte empresarial y 3,75 euros a la contribución del asalariado.
El futuro del Mecanismo de Equidad Intergeneracional
El diseño del MEI contempla un aumento gradual que no se detendrá en 2026. La reforma de las pensiones establece incrementos anuales de una décima porcentual hasta alcanzar el 1,2% en 2029. Esto significa que los trabajadores verán reducciones progresivas en sus nóminas durante los próximos cuatro años, acumulando un efecto cada vez más notable en su poder adquisitivo.
Esta estrategia de incremento paulatino busca minimizar el impacto inmediato en los salarios mientras se consigue el objetivo de reforzar significativamente el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Según las estimaciones del Gobierno, el MEI permitirá acumular cerca de 22.000 millones de euros para el año 2032, creando así un colchón financiero que ayude a afrontar el previsible aumento del gasto en pensiones cuando la generación del baby boom alcance la edad de jubilación.
Para los autónomos, este mecanismo resulta especialmente gravoso, ya que deben asumir íntegramente el porcentaje establecido. En 2026, esto supondrá una cotización adicional del 0,90% sobre su base de cotización, sin contar con la aportación empresarial que beneficia a los trabajadores por cuenta ajena.
¿Qué es exactamente el Mecanismo de Equidad Intergeneracional?
El MEI es un instrumento financiero diseñado para sustituir al antiguo Factor de Sostenibilidad y garantizar la viabilidad a largo plazo del sistema público de pensiones. Fue aprobado mediante el Real Decreto-ley 2/2023, como parte fundamental de la segunda fase de la reforma de pensiones impulsada por el Gobierno español en colaboración con la Unión Europea.
Este mecanismo funciona como una cotización adicional finalista, cuyos fondos se destinan exclusivamente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, popularmente conocido como la "hucha de las pensiones". A diferencia de otras cotizaciones sociales, el MEI tiene un horizonte temporal definido, estando prevista su aplicación hasta el año 2050, momento en el que se evaluará su continuidad en función de la situación demográfica y financiera del sistema.
La implementación del MEI responde a una realidad demográfica ineludible: el envejecimiento poblacional y el aumento de la esperanza de vida están ejerciendo una presión creciente sobre el sistema de pensiones. Con la llegada a la jubilación de la generación del baby boom entre 2025 y 2040, se prevé un incremento sustancial del número de pensionistas, lo que exigirá mayores recursos para mantener las prestaciones.
¿Cómo afectará esta medida a diferentes colectivos de trabajadores?
El impacto del MEI no será homogéneo para todos los trabajadores. Los empleados con salarios más altos experimentarán una mayor reducción en términos absolutos, aunque proporcionalmente el efecto sea similar. Por su parte, los trabajadores con bases de cotización topadas verán limitado el impacto máximo de esta medida.
Para los trabajadores a tiempo parcial, el efecto será proporcional a su jornada y salario. Un empleado que trabaje media jornada y perciba 600 euros brutos mensuales contribuirá con 0,90 euros al MEI en 2026, mientras que su empresa aportará 4,50 euros adicionales.
En cuanto a los funcionarios y empleados públicos, el mecanismo se aplica de forma idéntica que al resto de asalariados, con la particularidad de que el Estado asume la parte correspondiente al empleador. Los pensionistas actuales, por su parte, no se ven afectados directamente por el MEI, ya que esta cotización solo recae sobre los trabajadores en activo.


