Los ecorrégimenes ganaderos: hasta 300€ por hectárea en esta ayuda PAC
Los ecorrégimenes se han consolidado como la gran novedad de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027, representando un cambio paradigmático en el sistema de ayudas al campo español. Estas subvenciones voluntarias, que pueden alcanzar los 300 €/ha anuales en determinadas modalidades, premian a los ganaderos que implementan prácticas respetuosas con el medio ambiente, con especial énfasis en el sector vacuno.
Según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, aproximadamente el 25% del presupuesto total de la PAC se destina actualmente a estos incentivos ecológicos, evidenciando la clara apuesta europea por la sostenibilidad del sector primario. A diferencia de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM), que son obligatorias para todos los perceptores de ayudas, estos pagos complementarios requieren un compromiso adicional por parte de los productores.
Principales modalidades disponibles para el ganado vacuno
Los ganaderos españoles pueden acceder a diversas modalidades de ecorrégimenes, cada una con requisitos y compensaciones específicas adaptadas a diferentes sistemas productivos:
El pastoreo extensivo se posiciona como una de las prácticas más valoradas. Para beneficiarse de esta ayuda, los productores deben mantener una densidad máxima de 1,5 UGM por hectárea (una Unidad de Ganado Mayor equivale aproximadamente a una vaca adulta). Además, es obligatorio que los animales pastoreen al aire libre durante al menos 75 días al año, con el 75% de su alimentación procedente de pastos o forrajes de la propia explotación.
Las compensaciones varían según la tipología del terreno: hasta 90 €/ha en secano y 150 €/ha en regadío. Esto significa que una explotación media con 50 hectáreas en secano podría recibir 4.500 € anuales simplemente por mantener sus prácticas tradicionales de pastoreo.
El mantenimiento de pastos permanentes constituye otra opción atractiva. El requisito fundamental es conservar praderas sin labrar durante cinco años consecutivos como mínimo, manteniendo una cubierta vegetal adecuada. Los pagos oscilan entre 50 y 70 €/ha anuales, con un incremento del 20% si los pastos se ubican en zonas protegidas como la Red Natura 2000.
La agricultura ecológica representa la modalidad mejor remunerada, aunque también la más exigente. Requiere certificación oficial según el Reglamento UE 2018/848, alimentación del ganado con al menos un 60% de piensos ecológicos y prohibición total de transgénicos y antibióticos preventivos. Los ganaderos certificados pueden recibir hasta 300 €/ha anuales, con bonificaciones adicionales de hasta 50 €/ha en algunas comunidades autónomas si se combinan con la cría de razas autóctonas.
Trámites y requisitos: claves para no perder estas ayudas
Para acceder a estos incentivos económicos, los ganaderos deben incluirlos expresamente en la Solicitud Única de la PAC que se presenta habitualmente entre marzo y mayo. La documentación necesaria comprende el registro actualizado de parcelas en el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC), la justificación del censo ganadero mediante el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA) y, para producción ecológica, el certificado del correspondiente Consejo Regulador.
Las autoridades realizan controles aleatorios para verificar el cumplimiento de los requisitos, prestando especial atención a la densidad ganadera, los días efectivos de pastoreo y el estado de conservación de las superficies forrajeras.
Impacto económico y medioambiental en las explotaciones españolas
En España, estos nuevos mecanismos representan una oportunidad de diversificación financiera para miles de explotaciones. Un productor con 100 hectáreas dedicadas al pastoreo extensivo podría sumar hasta 9.000 € anuales adicionales, cifra nada desdeñable en un sector con márgenes cada vez más ajustados.
Más allá del beneficio económico directo, estas prácticas sostenibles generan ventajas adicionales: reducción significativa en costes de alimentación suplementaria, mejor reputación en mercados que valoran la sostenibilidad y posibilidad de acceder a precios premium para productos como la carne con Indicación Geográfica Protegida.
Desde la perspectiva medioambiental, el pastoreo extensivo contribuye activamente a la fijación de carbono en el suelo, a la prevención de incendios forestales mediante el control natural de la biomasa vegetal, y al mantenimiento de paisajes culturales únicos como las dehesas extremeñas o los prados alpinos del norte peninsular.
Diferencias territoriales: adaptación a la diversidad agraria española
La aplicación de estos incentivos presenta variaciones significativas según la comunidad autónoma, adaptándose a las particularidades de cada territorio. En Galicia, por ejemplo, existe una prima específica de 120 €/ha para pastos permanentes en zonas montañosas, que puede incrementarse en 30 €/ha si se combina con razas autóctonas como la Rubia Gallega.
Extremadura ha desarrollado ayudas especiales para dehesas con vacas retintas en sistemas de pastoreo rotacional, que pueden alcanzar los 150 €/ha. Por su parte, Castilla y León contempla incentivos adicionales para pastos situados en riberas fluviales, contribuyendo así a la protección de aves esteparias y otros valores naturales.
Los ecorrégimenes en la PAC: características y evolución
Los ecorrégimenes representan un instrumento innovador dentro de la arquitectura verde de la nueva PAC. Sustituyen parcialmente al anterior "pago verde" o "greening", pero con un enfoque más ambicioso y mejor adaptado a los desafíos medioambientales actuales.
A diferencia de las ayudas tradicionales vinculadas principalmente a la superficie o la producción, estos pagos están condicionados a la implementación efectiva de prácticas específicas que contribuyan a objetivos ambientales como la mitigación del cambio climático, la conservación de la biodiversidad o la mejora de la calidad del suelo y el agua.
El diseño actual permite, en algunas regiones, combinar varios ecorrégimenes en la misma parcela, multiplicando así las posibilidades de recibir ayudas complementarias. Esta flexibilidad, junto con el incremento de fondos destinados a prácticas sostenibles, confirma la decidida apuesta europea por un modelo productivo que armonice viabilidad económica y respeto medioambiental en el sector ganadero español.