Hace 15 años que Fernando Romero sentó las bases de EiDF, la empresa que desde el polÃgono del concello pontevedrés de Barro experimentó un crecimiento exponencial especializándose en instalaciones de autoconsumo de energÃa solar. CorrÃa diciembre de 2008, el paÃs se adentraba en la crisis financiera y comenzaban los recortes a las primas de las renovables para hacer frente al déficit tarifario del sector eléctrico.
La compañÃa —que ahora afronta la renovación de su equipo gestor y que ha trasladado su sede social y dirección corporativa a Madrid tras haberse visto obligada a reformular sus cuentas de 2022 por desavenencias con su auditora— pasó de dedicarse a los pequeños proyectos de instalación de placas solares para particulares y de brindar servicios relacionados con la eficiencia energética a especializarse en autoconsumo enfocado a pymes y grandes compañÃas. En paralelo, también desarrolló otras dos unidades de negocio: la de generación y la de comercialización de electricidad y gas.
Pese a su crisis interna —que salió a la luz el 14 de abril, cuando la CNMV suspendió su cotización en el BME Growth por "retención de información privilegiada"—, EiDF se reivindica como "lÃder en el mercado español" en las instalaciones industriales con más de 700 proyectos en cartera, que suponen el despliegue de 176 megavatios.
A esto se suma un ‘pipeline’ para construir en parques propios de generación 2.450 MW, de los que 57 están ejecutados y 107 están en proceso. En septiembre y octubre, el grupo prevé la entrada de 25 millones con la venta de instalaciones construidas en base a un contrato bilateral de suministro (PPA). Y en el área de comercialización, tiene una cartera de 35.000 clientes a los que suministra energÃa.
ArtÃfice de una compañÃa pujante en un sector emergente, Romero auguraba en 2022 en una entrevista concedida a AGN una fuerte expansión desde el convencimiento de que las instalaciones fotovoltaicas "serán tan comunes como las de aire acondicionado" y más en un escenario de intensas fluctuaciones del precio de la energÃa y de apuesta por las renovables.
En un plazo de seis meses, el grupo renovará su dirección corporativa
El grupo, que vio suspendida hace cuatro meses su cotización en la bolsa de las pymes cuando se preparaba para dar el salto al mercado continuo, encargó a Deloitte un análisis forensic con el fin de analizar las discrepancias e incidencias que detectó PwC al auditar las cuentas de 2022. El proceso —que concluyó el 26 de julio— incluyó el estudio de 51 obras, 35 clientes, cuatro socios de negocio y once deudores.
Ante las deficiencias detectadas por Deloitte, entre otros aspectos, en facturas y pagos por servicios que podrÃan no haberse prestado "o que no están justificados" y en el modelo de prevención y cumplimiento de la compañÃa, EiDF sostiene que ha desplegado acciones para "corregir" las "incidencias detectadas" o para "justificar" algunos criterios de actuación.
La auditora analizó la relación con diversas empresas de inversión fotovoltaicas participadas (SPVs), entre las que figura Albujón, administrada por el hermano de Romero entre noviembre de 2017 y octubre de 2022.
AJUSTE. La compañÃa, que como consecuencia del análisis forensic tuvo que reformular sus cuentas aplicando un ajuste contable de 1,7 millones y afloró pérdidas por valor de 2,7 millones con una facturación récord de 299,7 millones, detalló el jueves a la CNMV las acciones que ha activado y que desplegará "de inmediato".
EiDF tiene 700 proyectos de instalaciones solares para industrias, una división de comercialización y otra de generación
Además de transformar la organización del grupo para "adecuarlo" a su "enorme crecimiento", para evitar "la concentración de poderes" que ostenta el fundador y titular del 72,16% del capital a través de Prosol —de cuyo "fuerte liderazgo" dejó constancia Deloitte—, se encargó "a una firma de reconocido prestigio" buscar candidatos para los puestos de director financiero y responsable de operaciones. Todo ello se complementará con el fichaje de un nuevo CEO que combine "el conocimiento del sector y la experiencia contrastada en la implantación de entornos de gestión integrados con niveles de control y segregación de funciones". La renovación de la dirección corporativa y funciones ejecutivas se ejecutará en un plazo de seis meses y la junta de accionistas remodelará el consejo de administración.
Para poner en orden sus cuentas, EiDF tuvo que dar la vuelta a su fondo de maniobra, que estaba en negativo. Lo hizo mediante la amortización de pagarés por 13,2 millones, la venta de PPAs y la obtención de un ‘waiver’ —una dispensa— de Iberian Direct Lendig Fund por 19,5 millones tras incumplir las condiciones de dos contratos de préstamo.
