El euro digital está en el horno: convivirá con el dinero físico y funcionará sin tener internet
En un mundo en el que conviven aquellos que se aferran al dinero físico con quienes ya casi nunca lo llevan encima, lo cierto es que cada vez se hacen menos pagos en efectivo y más con tarjetas y aplicaciones móviles. En ese escenario de digitalización, el Eurosistema comenzó a cocinar a finales de 2023 el euro digital, un proyecto aún en el aire que genera recelo a una parte de la sociedad, atrae a otra y sigue siendo un desconocido para la gran mayoría.
¿Qué es y cuál es su función?
El euro digital será la versión electrónica del efectivo, con el que coexistirá. Esto es algo en lo que incide el Banco Central Europeo (BCE): no vendrá para sustituir los billetes y monedas, sino para ofrecer un medio de pago complementario, de modo que su uso será voluntario para el consumidor.
La idea es ofrecer un novedoso medio de pago digital universalmente aceptado en toda la zona del euro y al alcance de todos sus ciudadanos para su uso en tiendas físicas, en el comercio online y entre particulares. La propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea establece que deberá ser gratuito en sus funciones básicas.
Un aspecto relevante es que permitirá pagar exista o no conexión a internet. Y todos los pagos serían inmediatos. Se pondría a disposición de personas, empresas y entidades públicas que residan o estén establecidas de forma temporal o permanente en un país de la eurozona.
¿Cómo se prevé que funcione?
El primer paso será crear un monedero en euros digitales a través de una entidad bancaria o una autoridad pública designada, como una oficina de correos. Una vez creado, será posible transferir dinero desde una cuenta bancaria vinculada o depositar efectivo en él –habrá una cantidad límite para presentar la estabilidad del sistema financiero–. Y ya se podrá operar con euros digitales.
Quien reciba dinero mediante esa forma de pago podrá conservarlo en el monedero digital o depositarlo en su cuenta bancaria.
¿Brinda seguridad y privacidad?
Desde el Banco de España ponen de relieve que el euro digital "estará respaldado por el BCE, quien asegurará su fiabilidad". Su valor será siempre equivalente al del efectivo. El supervisor remarca que "no es un criptoactivo".
El 'guardián del euro' pone el acento, además, en la privacidad. Al estar diseñado para poder funcionar sin conexión a internet, ofrecería a los usuarios un nivel de privacidad similar al del efectivo. Al pagar sin conexión, "solo el ordenante y el beneficiario conocerían los datos personales de las operaciones". En los pagos online "se aplicaría un nivel de privacidad en el que ni siquiera el Eurosistema, emisor y el proveedor de la infraestructura de pagos, podría vincular directamente la operación con personas concretas".
El BCE destaca, además, que permitiría reducir la dependencia de proveedores de pagos privados no europeos, como Visa o Mastercard.
¿En qué fase está y cuándo podría ser una realidad?
El proyecto del euro digital está en una fase de preparación, en la que se fijarán las bases para su posible lanzamiento. En esta etapa se avanza en la elaboración de las normas operativas y la selección de los proveedores que, llegado el caso, desarrollarán la plataforma e infraestructura necesaria para su implantación.
El Banco Central Europeo también realiza pruebas y experimentos de cara a su puesta en marcha, así como consultas. La fase actual durará hasta finales de este año. A partir de ahí, el organismo que pilota Christine Lagarde decidirá si activa la siguiente, la de los preparativos, cuya duración tendría que fijar. Por lo tanto, no hay una fecha sobre el lanzamiento del euro digital. Todo apunta a que tendrán que pasar todavía unos años para que empiece a convivir con los billetes, las monedas y el resto de métodos de pago actuales.
