Los hogares se hipotecan por más años para encajar el fuerte encarecimiento de la vivienda
El mercado hipotecario en España vive un etapa de dinamismo. Más personas contraen préstamos para comprar vivienda en un escenario en el que los alquileres están por las nubes y los tipos de interés se han relajado, pero la realidad es que quienes se embarcan en un proyecto de este tipo se tienen que endeudar más y durante más tiempo en muchos casos. La razón es el fuerte encarecimiento de los pisos y casas.
Esa subida de precios aboca a muchas personas a optar por hipotecas con plazos de amortización más largos para poder asumir el pago de las cuotas mensuales. Las estadísticas lo confirman: el plazo medio de contratación de los préstamos para adquirir vivienda alcanzó los 25,3 años en el último trimestre de 2024, lo que supone un récord histórico. A inicios del año pasado el promedio estaba en 24,1 años, según datos de la Asociación Hipotecaria Española.
Bajan los intereses, pero suben los precios
Aunque la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) allanó el camino para un abaratamiento de la financiación para comprar casa –el tipo medio de las nuevas hipotecas ha bajado hasta el 2,87%– y alentó una guerra hipotecaria en la banca para captar clientes, lo que también derivó en una relajación de los criterios de concesión, al final hacerse propietario de una vivienda exige un mayor esfuerzo.
En un escenario en el que el precio medio del metro cuadrado acumula un alza superior al 15% en Galicia en cinco años –una evolución extensible al resto del país–, "el alargamiento de los plazos de las hipotecas se han convertido en una tendencia creciente" para hacer frente a las altas mensualidades. Lo constatan desde el comparador de productos financieros HelpMyCash, al tiempo que advierten sobre las desventajas.
Los pros y los contras
Si el gran pro es que reduce la cuota a devolver cada mes, el principal punto en contra es que al optar por un plazo más largo "aumenta el coste total del préstamo debido a los intereses generados" durante la vida del préstamo.
Un ejemplo ayuda a entenderlo. Si se adquiere un piso que cuesta 200.000 euros y se aportan 50.000 de entrada, el importe de la hipoteca, una vez descontados los gastos, sería de 162.800 euros. A un plazo de 20 años generaría de intereses 53.892 euros, por lo que el coste total del préstamo sería de 266.692 –precio de la vivienda, más gastos e intereses–. A 25 años, serían 68.805 euros de intereses, por lo que la hipoteca escalaría a 281.605. La diferencia ronda, por tanto, los 15.000 euros.
Además, cuanto más tiempo hipotecados, más tiempo endeudados, lo que afecta a las finanzas personales y limita la capacidad para asumir otros proyectos a largo plazo, como la compra de otros bienes o el ahorro para la jubilación. De hecho, tal y como están las cosas, cada vez más hipotecados se ven abocados a tener que devolver el préstamo hasta casi llegada la edad de retirarse.
Hipoteca media de casi 120.000 euros
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine) indican que el importe medio de las hipotecas firmadas en Galicia subió unos 17.500 euros en el último año, hasta rozar ya los 120.000 euros.
Con ese telón de fondo, la parte de los ingresos de un hogar que se come la hipoteca es cada vez mayor. Los expertos aconsejan que la cuota mensual no rebase el 30 o 35% de los ingresos familiares.
