La famosa carne Angus se cría en Galicia: "Son animais dóciles e sinxelos no manexo"

Ganaderos gallegos han apostado por esta raza originaria de Escocia que facilita el trabajo en la granja y tiene una salud robusta. Su carne es la estrella en hamburguesas gourmet y cartas de restaurantes
Álvaro, de Rancho Martiño en Zas, con sus vacas Angus a sus espaldas. EP
Álvaro, de Rancho Martiño en Zas, con sus vacas Angus a sus espaldas. EP

Unas vacas de pelaje negro o colorado, sin cuernos y con raíces escocesas (aunque mundialmente extendidas) conviven en Galicia con razas de carne autóctonas como la emblemática rubia gallega y otras como la limusín. Son ejemplares de Angus, cuya carne se ha ido abriendo un hueco cada vez mayor en cartas de restaurantes y de hamburgueserías premium. En la comunidad hay algunos ganaderos que las crían, muy pocos, aunque todos ellos contentos de su apuesta por una raza que facilita el trabajo

Y es que una de sus principales características es que son animales sencillos de manejar. Su docilidad; la capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas (ya sea frío o calor); su habilidad para pastar en terrenos difíciles; su precocidad y longevidad reproductiva y su extraordinaria facilidad de parto; o su residencia a enfermedades la convierten en una raza idónea para la producción en extensivo, con menos mano de obra y menos costes.

Además del ahorro que supone llevar una alimentación basada fundamentalmente en el pastoreo en libertad, por todo lo anterior la raza Angus también permite reducir al mínimo el gasto veterinario.  

¿Qué caracteriza a esta carne?

Su carne, una de las más famosas del mundo, ha ido ganando popularidad y la demanda no ha dejado de crecer, lo que garantiza a los productores que tendrá salida en el mercado a unos precios superiores a los que se pagan por otras razas.

Se trata de una carne reconocida por su calidad que se caracteriza por la infiltración de grasa en los tejidos musculares, lo que se conoce como marmoleo. Esto le confiere un sabor intenso, jugosidad y un carácter tierno. 

Además de ser una de las opciones estrella en las cartas de asadores y restaurantes, y de su protagonismo en el mundo de las hamburguesas gourmet, también ha ganado presencia en carnicerías y superficies comerciales en cortes premium. Su precio también marca la diferencia: un kilo de Black Angus puede moverse entre los 40 y los 80 euros en España, en función del corte, el tipo de crianza o la procedencia.

Esta raza, la más numerosa dentro del ganado bovino en Estados Unidos, todavía es prácticamente testimonial en Galicia, pero algunos ganaderos han puesto la vista en ella al dar el salto de la producción de leche a la carne.

La granja de Angus más grande de Galicia está en Zas: "Estamos moi contentos, é un descanso"

En Brandomil, una pequeña parroquia del concello coruñés de Zas, Álvaro lleva las riendas de la que es la mayor granja de Angus de Galicia, con unas 80 madres, entre 60 y 70 crías, tres sementales y unas 100 hectáreas de terreno.

Rancho Martiño dio el salto de una explotación familiar de leche a otra de carne apostando por una raza que atrajo a Álvaro por su docilidad y facilidad de manejo. Su padre se jubilaba y él quería preservar la granja pero sin tener que hacer una gran inversión y pudiendo compatibilizarla con su trabajo al frente de una oficina agraria.

Se hicieron con unas 50 novillas de Black Angus descendientes de madres irlandesas más un semental a través de un proveedor nacional con el que tienen contratos de venta, comenzando un proyecto que sigue adelante seis años después.

"Son animais que non sacan as crías máis perfectas nin son os mellores industrialmente, pero no manexo son máis sinxelos e nese aspecto estamos moi contentos", cuenta Álvaro, que destaca las facilidades con los partos, que prácticamente no hay que asistir. En su caso los concentran todos en primavera, entre marzo y mayo, y eso también facilita el manejo.

En Rancho Martiño no terminan de cebar. Crían los animales hasta bien entrado el otoño, cuando alcanzan los 230 o 240 kilos. El objetivo es venderlos cuando llegan a la mitad del peso de la madre "co mínimo custe", tirando muy poco de pienso.

Después pasan a cebaderos de un comprador nacional que es uno de los mayores grupos cárnicos de España. Con sede en Valladolid, tiene la mayor cabaña de vacas Angus de Europa. Álvaro le vende sus animales y la empresa saca la carne al mercado una vez completado el proceso.

Los precios que recibe Rancho Martiño están referenciados a la lonja de Salamanca, que se mueve entre los 6 y 7 euros el kilo vivo en un escenario de cotizaciones elevadas, y suman un plus de unos 40-50 céntimos el kilo.

Aunque en Galicia no se percibe una gran apuesta por producir esta raza, Álvaro lo tiene claro: "Se me teño que cambiar a outra cousa plantearíame non seguir". En su mente está sacar una marca de carne Angus.

Martín, productor de Angus en Mañón, con sus animales. EP
Martín, productor de Angus en Mañón, con sus animales. EP

Martín, productor de Mañón: "O prezo do quilo pode estar uns dous euros por encima doutras razas"

Martín Rego tenía una pequeña explotación láctea en la comarca de Ortegal, concretamente en el concello de Mañón, una zona enclavada en una esquina de la provincia de A Coruña en la que sobraban los dedos de las dos manos para contar las granjas de leche que siguen activas. Este ganadero temía quedarse sin una industria que le recogiera la materia prima y decidió reenfocar su futuro pasándose a la carne y eligiendo la raza Aberdeen Angus.

Lo hizo "paulatinamente", a lo largo de unos tres o cuatro años. En la actualidad tiene en torno a 22 vacas en producción con ADN irlandés, a las que se suma otro ganado mayor, hasta rozar las 70 cabezas.

Buscaba "un pouco de tempo libre" para poder prestar atención y cuidados a la familia y esta raza le permitió estar menos atado a la explotación. Ya tenía las vacas de leche en un sistema de pastoreo, pero debía llevarlas a la explotación para darles pienso y ordeñarlas, algo que ahora no tiene que hacer.

Más allá de la facilidad de manejo, con el cambio notó una reducción de costes, como los relacionados con los servicios veterinarios o la alimentación, ante la baja dependencia de los piensos

Este ganadero tenía claro que quería producir en base a pastos y apostar por la calidad. "Pola cantidade xa apostan os cebadoiros", señala. Martín destaca la alimentación de estos animales y las diferencias con razas cárnicas tradicionales. "Isto non é carne para filetes, sobe dese listón", dice.

La producción de su granja va a distribuidores de carne que surten a la restauración. Solo una parte muy pequeña la vende a algún cliente para consumo doméstico. En cuanto a los precios que percibe, señala que la diferencia con respecto a otras razas y manejos puede estar en el entorno "dos dous euros o quilo". 
 

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