La renta mínima que ultima el Gobierno será compatible durante un tiempo con el cobro del salario con el objetivo de que no desincentive la búsqueda de empleo, como ha ocurrido con otras prestaciones en el pasado. Así lo desveló el titular de la cartera de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que expuso que la decisión pretende "evitar la tentación de agotar la prestación y no activarse en el mercado de trabajo".
Sobre el coste de la medida, el ministro evitó por el momento cuantificarlo, si bien reconoció que estará en el "rango más alto" de las previsiones del Gobierno y que se financiará con impuestos vía presupuestos generales del Estado. "Se costeará fácilmente con deuda pública", defendió.
CALENDARIO. En cuanto a los plazos y las diferencias con el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quien urge a implementar la ayuda ya el próximo mes, Escrivá recordó que es necesario llevar la norma al Consejo de Ministros "en la segunda quincena de mayo para su posterior convalidación".
En 2018 se gastaron 1.500 millones de euros en las rentas mínimas autonómicas, como la Risga, a las que complementará el nuevo ingreso mínimo vital.
