Las mujeres en la construcción van a más pero no a pie de obra
En un escenario de falta de mano de obra, la construcción se ha marcado como reto atraer a la mujer a un sector muy masculinizado. La presencia femenina va a más, pero no a pie de obra, donde siguen teniendo un peso ínfimo dentro del total de trabajadores en esta rama de actividad.
Se dedican fundamentalmente a tareas de perfil administrativo o a las relacionadas con la arquitectura y la ingeniería, pero lo que más demanda el sector son albañiles, electricistas, fontaneros, operadores de grúas móviles o jefes de obra y capataces.
En Galicia, la construcción dio trabajo a 7.258 mujeres en 2024, lo que supone un 15,7% más que un año antes. En número son 771 féminas más. Aunque han ido ganando peso sobre el total de afiliados a la Seguridad Social en la construcción, apenas suponen el 8,8% del total.
Estos datos están recogidos en un informe del Observatorio Industrial de la Construcción, de la Fundación Laboral, sobre la presencia femenina en un sector que ocupa en el conjunto de España a 160.288 mujeres, el 11,4% de los ocupados en esta rama. Se trata del peso más elevado desde 2014, pero solo un 6,2% trabaja en la obra tras perder presencia en el último año.
Desconocimiento y "prejuicios sociales", dos losas que frenan a las mujeres
Desde la Fundación Laboral de la Construcción achacan la baja participación femenina en el sector a un conjunto de factores: el "desconocimiento de las oportunidades laborales", los estereotipos y "prejuicios sociales" o la "carencia de orientación educativa y laboral" hacia esta industria en instituciones y organismos públicos, entre otros motivos.
Sin embargo, señalan que la construcción cuenta con ocupadas "altamente cualificadas" en puestos técnicos y administrativos, con contratos indefinidos a jornada completa. El perfil de la ocupada en la construcción es de una mujer con una edad media de 44,6 años y estudios superiores.
"Tenemos mucho que decir aún en la construcción"
Recuerda coger ladrillos desde muy pequeña para colaborar en la construcción de una casa familiar y hoy Mari Carmen Torrijos es docente en albañilería básica, pintura y revestimentos en la Fundación Laboral de la Construcción.
Lo aprendió de su padre y durante unos 20 años pasó por diferentes oficios dentro del sector. Asegura que hay espacio para las féminas en esta rama de actividad. "La mujer en la construcción tiene mucho que decir aún", sostiene. Mari Carmen dice que es una ocupación, con demanda, "muy bonita", que ayuda a desarrollar la creatividad, y "divertida".

