Producir carne de vacuno en Galicia no es rentable sin las ayudas que llegan de la PAC

El recorte en los fondos para estas subvenciones que proyecta la Comisión Europea pondría en jaque a un sector que gestiona más de 200.000 hectáreas de tierra y precisa relevo
Vacas en una explotación en Friol. AEP
Vacas en una explotación en Friol. AEP

Los fondos europeos que llegan cada año al campo gallego a través de las ayudas de la política agraria común (PAC) y sobre los que penden recortes a partir de 2028 son un complemento esencial a la renta de todas las explotaciones, pero especialmente para las de vacuno de carne. Tanto que, sin ese apoyo, la producción no sería viable por falta de rentabilidad.

Esta conclusión se puede extraer de un estudio sobre el sector promovido por la Fundación Juana de Vega que indica que las subvenciones públicas representan, de media, el 34,2% de los ingresos de estas granjas, con fuerte peso de las ayudas de la PAC, que aportan en promedio 29.000 euros por ganadería al año

Es casi lo que les queda a las explotaciones una vez descontados los costes que tienen que afrontar. Y eso sin contar los salarios de los titulares y trabajadores contratados, pues en ese caso, el margen de beneficio que deja la actividad es de apenas 2.665 euros anuales de media.

Y es que el estudio releva que, en 2024, los costes medios de una explotación de vacuno de carne ascendieron a 85.950 euros mientras los ingresos se situaron en 88.615 euros. En kilos, el coste de producción se sitúa en 8,22 euros por kilo, frente a unos ingresos de 8,47 euros, lo que confirma que el margen es "mínimo", de apenas 25 céntimos por kilo.

Un salvavidas para el sector

Por lo tanto, las ayudas de la PAC –que buscan reconocer el papel que juegan los ganaderos en la producción de alimentos y el cuidado del entorno manteniendo vivo el medio rural– actúan como un salvavidas para estas ganaderías al ser un garante de su viabilidad. Sin ellas, los ingresos no permitirían cubrir ni siquiera los salarios de los titulares de las explotaciones.

"Noutras palabras, as axudas públicas equivalen practicamente á renda dispoñible das granxas, evidenciando a vulnerabilidade estrutural e a necesidade de políticas públicas estables orientadas ao fortalecemento dun sector estratéxico para o rural en Galicia", señaló el director de a Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade, durante la jornada en la que se presentaron este miércoles los resultados de este estudio en Cervantes. 

Esenciales contra los incendios 

Del futuro de estas explotaciones pende la gestión de más de 200.000 hectáreas de superficie agraria útil (SAU) –que engloba tierras labradas y tierras para pastos–. A través de su actividad, contribuyen a la prevención de los incendios forestales y a la conservación del paisaje en mosaico agroforestal, por lo que el abandono de esas tierras sería perjudicial.

Así, desde la Fundación advierten que, para que las granjas sigan desarrollando esa labor, "é imprescindible garantir a súa rendibilidade". Una cuestión clave además para asegurar el relevo generacional, uno de los grandes desafíos 
que tiene por delante el agro. 

Una buena época de precios

La venta de animales representa cerca del 70% de los ingresos de las explotaciones de carne de vacuno gallegas, que en la actualidad obtienen precios muy altos. Entre las causas, la Fundación señala la caída del ganado registrada en 2021 y 2022 por los elevados costes y bajos precios o el impacto de enfermedades como la EHE.