Vender madera: un refuerzo a la pensión de los jubilados gallegos

En torno a la mitad de las personas que solicitan cortas en la comunidad son pensionistas
Madera cortada en Vilalba.
photo_camera Madera cortada en Vilalba. AEP

El monte gallego sigue siendo un 'banco' para miles de familias que recurren a la venta de madera para reforzar sus rentas. Es especial para muchos jubilados que encuentran en sus terrenos un complemento a sus pensiones. Hay un dato que lo constata: en torno a la mitad de las personas que solicitan cortas de madera en Galicia son ciudadanos ya retirados del mercado laboral que obtienen por esta vía un dinero con el que completan sus pagas -las segundas más bajas de todo el Estado- y, en muchos casos, pueden ayudar a sus hijos o nietos.

Las cifras de solicitantes de aprovechamientos forestales publicadas ayer por el Instituto Galego de Estatística (Ige) a partir de información de la Xunta indican que el 48,6% de quienes vendieron madera en 2022 eran perceptores de pensiones contributivas de la Seguridad Social, esto es, jubilados, con una edad media de 74 años. En número suponen cerca de 16.000 de un total de 32.930 residentes en la comunidad que realizaron cortas ese año, el último para el que hay datos.

El siguiente grupo con más peso en las solicitudes de corta son trabajadores, un 36,3%. En cambio, apenas un 2,2% correspondían a desempleados en 2022.

Por provincias, A Coruña fue donde más personas vendieron madera, concentrando el 37,2% del total, seguida de Lugo, con el 23%. A continuación se sitúan Pontevedra (19,2%) y Ourense (11,9%). El orden es el mismo si lo que se tiene en cuenta es el volumen comercializado. En total, los residentes en Galicia pusieron en el mercado unos 9 millones de metros cúbicos de madera ese año. Pero también hay quien solicita aprovechamientos forestales en la comunidad y vive fuera, exactamente 2.289 personas en 2022.

Cerca de medio millar de montes vecinales y diversas empresas también vendieron madera.

Cifras: más de 600.000 dueños forestales

Galicia suma más de 600.000 propietarios forestales, que ingresaron por la venta de madera 348 millones en 2022. Entre los concellos con más cortas en toda la comunidad están Foz, A Pontenova, A Fonsagrada, Palas de Rei y Lugo, según datos difundidos por la Federación empresarial de aserraderos y rematantes de madera de Galicia (Fearmaga). Las talas cayeron en 2023.

Valor económico

El bosque supone para la comunidad un activo valorado en cerca de 43.000 millones de euros. Una estimación realizada por expertos del sector que toma como punto de partida la superficie arbolada que tiene la comunidad: casi 1,5 millones de hectáreas.