Así funciona el código rápido del Sergas para reducir las muertes por trauma
El objetivo del Código Trauma es que el paciente pueda "llegar cuanto antes al hospital" y, sobre todo, que tanto los servicios médicos como los equipos de emergencias, sea en Verín, en Vigo, en Cee o en Burela, actúen "de manera coordinada y homogénea" a fin de reducir la mortalidad en los casos de trauma grave y, también, la "alta tasa de morbilidad o discapacidad" asociada, ya que "menos del 25% de los casos retornan al nivel funcional previo a la lesión a los dos años".
Accidentes de tráfico, ahogamientos, caídas, quemaduras, inhalación de gases o humo, quemaduras u lesiones químicas... La casuística del trauma grave es muy variada, aunque, en todos los casos, el tiempo es "crucial". De hecho, a los primeros 60 minutos tras el incidente se los conoce como "la hora de oro", debido a que es ahí cuando "la mortalidad ocurre".
A ello se enfocará el Código Trauma que entrará en vigor en el Sergas el 15 de julio y que sigue los pasos de los protocolos ya existentes para el infarto agudo de miocardio, el ictus, la sepsis, la anafilaxia y el shock cardiogénico. El coordinador del documento, José Manuel Fandiño, habló de "un día para recordar" por la consecución del que es "uno de los códigos más esperados, importantes y complejos por la transversalidad y las múltiples especialidades implicadas".
"El tratamiento más efectivo en el menor tiempo posible". Es la premisa que rige este "procedimiento uniforme" destinado a garantizar una "asistencia de calidad y de seguridad" tanto en la atención hospitalaria como extrahospitalaria, en todo el territorio gallego por igual, resumió el también jefe de Urxencias del Complexo Hospitalario da Coruña y presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Galicia.
Criterios fisiológicos y anatómicos
América Elisabeth Álvarez, del 061, desgranó que este Código Trauma, que llega tras "casi cinco años de trabajo", contempla dos vías de activación: mediante llamada desde las ambulancias de soporte vital avanzado o en el propio servicio de Urxencias del hospital a la llegada del paciente.
¿Y cómo se decide su activación? El paciente deberá cumplir al menos uno de los dos grupos amplios de criterios establecidos. Según explicó Álvarez, el primero de ellos contempla cuestiones fisiológicas, como la situación hemodinámica del paciente, la necesidad de ventilación mecánica, la existencia de alteraciones neurológicas o la pérdida transitoria de la consciencia en el caso de los menores de un año.
El segundo prevé criterios anatómicos, como que la evaluación detecte lesiones como fractura de cráneo, sospecha de lesión medular, hemoneumotórax, fracturas de pelvis, fracturas proximales de extremidades...
Prioridades y vigilancia especial a niños y mayores
Luego, de cara al traslado y espera, se decretará la "prioridad cero" para pacientes más graves y en situación más inestable. Implica que el centro "más cercano" donde se le pueda atender tenga ya activados los servicios de urgencias, anestesia, cirugía y cuidados intensivos, continuó Álvarez.
Si la situación del paciente es más estable, se le otorga "prioridad uno" y, junto con la central de coordinación, se decide cuál es el centro "ideal" a donde llevar al paciente, se avisa Urxencias para que lo espere y se pone en "prealerta" a otros servicios por si fuera necesaria su intervención.
Pero el protocolo tampoco deja de lado otros pacientes que, pese a que no cumplen ese criterio de activación, "requieren vigilancia especial". Son las víctimas de atropellos, de aplastamiento por el derrumbe de una estructura, de caídas desde más de 3 metros, de lesiones con explosivos o de colisiones de tráfico en las que haya vuelco, una "deformidad importante" del chasis o algún posible fallecido.
También entran aquí los menores y los adultos mayores de 55 años, las embarazadas de más de 20 semanas y las personas que reciben diálisis o tratamiento anticoagulación.
De hecho, Código Trauma incluirá un perfil específico para los pacientes pediátricos, por ahora solo existente en los servicios de emergencias de la sanidad de Cataluña y de Navarra.
Fandiño puntualizó que la activación del Código Trauma implica asimismo un proceso de formación del personal sanitario, también en pediatría; la creación de equipos de trauma multidisciplinares en cada hospital, la dotación de medios como fajas pélvicas, ecógrafos o protocolos de transfusión masiva, el establecimiento de indicadores a cumplir y un registro para la evaluación y mejora del código.
Unos 3.000 afectados al año
El Sergas trasladó que se han registrado 11.744 casos en los últimos cuatro años con sospecha de trauma grave, unos 3.000 al año. Entre los pacientes, 607 eran menores de 15 años. De las causas concretas, los accidentes de tráfico coparon 5.629 casos y las caídas, otros 1.280.
Concepción Alonso, del servicio de Intervencións con ingreso del área sanitaria de Ourense, destacó la incidencia de los varones menores de 45 años en estos traumas que arrojan tasas de mortalidad de "más del 10%". Y para recalcar la importancia de este código, informó de que "entre un 10 y un 26% son muertes evitables si se mejora la asistencia sanitaria desde el primer momento de una forma priorizada y coordinada".
Por su parte, el conselleiro de Sanidade destacó que este código ofrecerá respuestas a un tipo de incidentes que ocurren "en la vida diaria, corriente", como en el transporte o la actividad laboral.
"Todo lo que avancemos en atender en lo antes posible tendrá un impacto positivo", valoró Antonio Gómez Caamaño, que afirmó que este protocolo permite que el Sergas sea "más fuerte desde el punto de vista de la organización".
