El BNG tendrá sus candidatos a alcaldes de las siete ciudades antes del 25 de julio
La maquinaria del BNG se pone en marcha en dirección a 2027, la primera parada, con los comicios municipales, del horizonte electoral previsto –al menos en principio, siempre con la vista puesta en la inestabilidad parlamentaria de Madrid–. Así, antes del 25 de julio, Día da Patria Galega, los nacionalistas confían en tener listos a sus candidatos a la alcaldía para las siete ciudades mientras se avanza en el objetivo de "seguir ampliando a base social" de la formación, bajo la máxima de que "gobernar un concello tamén é construír país".
El Consello Nacional del Bloque aprobó este sábado el reglamento que servirá de base para elaborar las candidaturas municipales para 2027 en Galicia, así como el calendario de un proceso que, más allá de la fecha puesta para las siete ciudades, irá ajustándose al "ritmo" y las necesidades de cada ayuntamiento.
Entre tanto, su portavoz nacional, Ana Pontón, estableció "un obxectivo moi claro" para la acción política: "Seguir ampliando" la base social y electoral del partido "ao longo e ancho do país" como "paso previo ao reto de liderar o goberno de Galicia".
La sarriana reitera por tanto la premisa de ensanchar las tesis de la formación para dar cabida a las mayorías sociales de Galicia "dirixíndose á sociedade coa man tendida e demostrándolle, día a día, que hai outra forma de facer política afastada da crispación, do insulto e da lameira que intoxica desde a política estatal".
Al respecto, argumentó que aumentar la representación del BNG en los concellos es "clave" para "fortalecer o nacionalismo", como palanca desde la que "consolidar o proxecto de goberno alternativo" al PPdeG, con las políticas desarrolladas desde las alcaldías, que "transforman en positivo e melloran a vida da veciñanza" , como “o mellor aval para pedir a confianza" del ciudadano.
En este sentido, Pontón aseguró que los concellos gobernados por los suyos "prosperan, gañan dinamismo económico e social" al tiempo que "avanzan en igualdade, en xustiza social, na promoción da lingua e da cultura e na recuperación do espazo público".
Con ello, contrapuso un modelo que "poñe as persoas no centro" frente al del PP, "que fai xusto o contrario a base de recortes e privatizacións na sanidade, na educación ou no coidado das persoas maiores".
El PP y el transfuguismo
En sus críticas a los populares, Pontón arremetió contra las mociones de censura "espurias, escuras e mesmo con coaccións” llevabas a cabo desde que el Tribunal Constitucional eliminase en julio la cláusula que impedía que prosperasen si dependían del voto de un concejal no adscrito, al considerarlo transfuguismo.
En este contexto, aludió al caso de Ribeira, donde Luís Pérez perdió el bastón de mando, y al de Santiago, donde "tentaron promover" otra contra Goretti Sanmartín, "aínda que neste caso fracasaron". Así, pronosticó que el primero "volverá ser alcalde" en 2027 y la segunda gozará el aval del "impulso que lle está dando á cidade", tras ponerse al frente de ella "nunha situación moi difícil despois de anos de desnorte", lo que "pon dos nervios" al PP.
En resumen, proclamó que las municipales de dentro de dos años se presentan como "unha nova oportunidade para seguir consolidando o avance do BNG" y de dar ejemplo de lo que la formación "quere para todo o país": una Galicia "máis igualitaria, máis moderna, máis respectuosa co territorio, máis innovadora, máis feminista e máis orgullosa de si mesma", recalcó.
De lo local a lo autonómico
Pero, además, la intervención de Pontón también hizo repaso de la actualidad política autonómica y estatal.
Empezó por una Xunta donde Alfonso Rueda, dijo, opera "instalado no insulto e na mentira, empeñado en importar a lameira política de Madrid", esto es, buscando "a quen botar a culpa" en lugar de "aportar solucións".
"Inventaron unha nova forma de gobernar, é o 'bulogoberno' de Rueda, desleal co país, submiso ao centralismo e tan irrelevante que non conta nin ante o Estado nin ante o seu partido: Madrid manda, Rueda obedece e Galiza perde", resumió con unas palabras que ya había dedicado este miércoles al presidente autonómico en el pleno del Parlamento gallego.
Como ejemplos, la portavoz nacional del Bloque puso la "negativa" del pontevedrés a los alrededor de 4.000 millones que supondría la quita de deuda pública ofrecida por el Gobierno, "lograda polo BNG no acordo de investidura", o su trabajo "en favor dos poderosos", donde situó la política eléctrica de la Xunta, el proyecto de Altri en Palas de Rei y "os recortes no público para beneficiar o negocio privado, tamén na sanidade".
Al hilo, trasladó su apoyo a la huelga en Atención Primaria prevista para la semana que viene. "Estamos falando do máis importante, da saúde dos galegos e das galegas, e con iso, non se xoga", subrayó.
"Non podemos dar por morto o franquismo"
Asimismo, en una semana marcada por el cincuenta aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, la líder nacionalista advirtió que "non podemos dar por morto o franquismo", en vista de que "rebrota un discurso involucionista".
En este capítulo citó tanto el "complexo" momento político, "no que a crispación, o insulto e mesmo a destrución persoal do adversario" marcan la agenda en Madrid como parte "dunha estratexia deliberada dos mesmos de sempre, dos que, ademais, deslexitiman a democracia cando non gobernan". Así, habló de los "herdeiros políticos do franquismo" que "falan de ditadura" y "cuestionan" el resultado de las urnas "porque ese resultado democrático pechou o paso da dereita de ganchete coa extrema dereita".
"Vemos ao PP máis ultra da historia empeñado en deslexitimar a democracia por terra, mar e aire botando man de todos os resortes que ten no ámbito económico, no mediático e tamén no xurídico", como a su parecer se comprueba en la condena del Tribunal Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que consideró un caso de "lawfare" que "non é o primeiro", ya que también vincula a procedimientos judiciales con fines políticos las sentencias por el procés en Cataluña o contra "movementos sociais" y "medios de comunicación", ante los que el PSOE "miraba para outro lado porque non lle afectaba directamente".
"Se lle fan isto a un fiscal xeral do Estado, que non lle farán a calquera persoa do común?", advirtió Pontón.