La llegada de los 317 menores "obriga" a la Xunta a "rachar" su modelo de acogida
La llegada a lo largo de un plazo de unos doce meses de los 317 menores migrantes no acompañados que el Gobierno ha asignado a Galicia para descongestionar la presión sobre Canarias, Ceuta y Melilla –más otros 15 menores extranjeros solicitantes de asilo que el Ejecutivo debe acoger por orden del Tribunal Supremo y que también va a trasladar a la comunidad gallega– "racha definitivamente o sistema de protección integrador que é sinal de identidade de Galicia" y en el que "todos os menores conviven nos recursos da Xunta sen facer distincións pola súa procedencia".
Ante la falta de capacidad, centros disponibles y fondos estatales para dar cabida a este nuevo grupo, la Consellería de Política Social se ve "na obriga" de "crear centros específicos" para estos niños y adolescentes extranjeros. "Non nos queda alternativa", critican desde el departamento de Fabiola García, que busca ya posibles localizaciones en las que atenderlos.
El reparto obligatorio entre las comunidades de unos 3.000 menores migrantes sigue levantando polvareda mientras se van tramitando los expedientes de llegada. Este miércoles, la conselleira informó en el Parlamento de que la Xunta había recibido los dos primeros, los de dos jóvenes de Gambia y Senegal "a piques de cumprir a maioría de idade". Y en la mañana del jueves se recibieron otros tres con un perfil similar.
Búsqueda de localizaciones
En vista de ello, la Administración autonómica ha emprendido la búsqueda de posibles localizaciones donde ir ubicando a los recién llegados, dentro de un proceso en el que, recalcó García, solicitará "a colaboración doutras administracións", esto es, concellos y diputaciones, "para traballar xuntos". De hecho, recordó que la semana pasada ya se realizaron los primeros contactos con entidades sociales del sistema de protección de la infancia y la adolescencia.
En todo caso, la titular de Política Social protestó que la situación obligará a Galicia a "saírse" de un modelo de acogida que es "un dos máis inclusivos de España", fundamentado en la integración de los menores, sin hacer distinciones de origen, en grupos pequeños que conviven en unos 80 pisos repartidos por todo el territorio.
Con 938 menores acogidos en plazas residenciales pese a que el sistema cuenta con 860, la búsqueda de soluciones apunta, entre otros, a crear "centros específicos para extranjeros", confirmaron fuentes de la consellería. Una fórmula que, en anteriores ocasiones, García lamentaba al equipararla a "crear guetos e marcocentros".
Recursos contra los reales decretos
La cifra sobre las posibilidades de acogida de estos menores es objeto de disputa constante entre Xunta y Gobierno. Este calculó la capacidad ordinaria de los sistemas de acogida en una ratio de 32,6 plazas por 100.000 habitantes, con lo que estima la capacidad de Galicia en 886. Y en base a ello, señaló a finales de mayo que Galicia podría acoger hasta a 620 menores migrantes.
Pero la Xunta sostiene que, aparte de tratarse de una ratio arbitraria, forzar un sistema ya saturado solo se traduce en un obstáculo para cumplir los objetivos de protección e integración de los menores.
El Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso de la Xunta y otros diez gobiernos autonómicos contra el decreto ley del 18 de marzo que pauta la redistribución de los menores. También anunció recursos ante el Supremo por los dos decretos de desarrollo aprobados este verano para regular el intercambio de tutelas entre comunidades y esta capacidad de acogida, "así como calquera outro tipo de alegación que corresponda".

