Las muertes por ahogamiento en playas, ríos y piscinas se disparan en Galicia
Los ahogamientos mortales en los espacios acuáticos de Galicia se dispararon el año pasado. Las 64 víctimas registradas por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo son 18 más que las de 2023 y, de hecho, conforman el segundo peor dato de la década, solo superado por las 69 de 2016. El promedio de este periodo sería de 48 muertes al año.
Unos cinco ahogados por mes. Esa es la media que arroja un 2024 nefasto en las playas, ríos, piscinas y pantanos gallegos, con casos tan trágicos como el de la misma jornada de julio en el que perdieron la vida un vecino de O Saviñao de 58 años de edad que se hundió en las aguas tras tirarse desde el pantalán del Club Náutico de Ponte Mourulle, en Taboada, y otro de Lugo de 26 años que se ahogó en O Páramo tras meterse al embalse de Belesar a por su caña de pescar.
Precisamente, julio fue el mes más funesto en la comunidad, con diez decesos; una tónica habitual ligada a las vacaciones de verano y el ocio en espacios acuáticos. También hubo nueve en mayo y siete en junio, pero también llaman la atención las nueve de febrero.
Cabe tener en cuenta que la estadística también incluye muertes cuya causa no es estrictamente el ahogamiento, como por ejemplo una indisposición sufrida mientras se está en el agua; una situación que no es extraña entre los bañistas de mayor edad.
El perfil tipo: un hombre de más de 55 años
La tendencia gallega parece reproducirse en todo el país, que también arroja en 2024 el segundo peor año del decenio, con 471 muertes. Y eso sin contar las víctimas de la Dana. Son más de 4.000 desde 2015, con 479 en Galicia.
Como escenarios más comunes, el año pasado hubo 244 fallecidos en playas, 85 en ríos y 57 en piscinas. Del total, 213 fueron en lugares sin vigilancia.
El perfil tipo de la víctima es un hombre (81,5%) mayor de 55 años (46,7%) y de nacionalidad española (85,6%).
