Unirisco inyecta 6 millones y lleva la investigación de la universidad a la empresa
Con un modelo único en España, al estar participada por las tres universidades públicas gallegas, la sociedad de capital riesgo Unirisco lleva 24 años sirviendo de catalizador en el proceso de transferencia del conocimiento de los laboratorios al tejido productivo, con el foco en las nuevas tecnologías y en la innovación que mana del sistema académico gallego.
La sociedad que preside el rector de la USC, Antonio López, tiene entre sus principales socios privados a Abanca, Inditex, Grupo San José e Hijos de Rivera –que cuentan con representantes en el consejo–, a los que se suman la Zona Franca de Vigo, Gadisa, Pescamar, el Santander y la operadora de cable R.
Desde su creación en 2001, Unirisco acometió 37 inversiones por valor de 6 millones de euros. Ese apoyo fue crucial para que estos proyectos llegasen al mercado, alcanzando una facturación global de 40 millones anuales, con 150 patentes y 450 empleos de alta cualificación creados.
Estas cifras, las puso este miércoles sobre la mesa Inmaculada Rodríguez, la directora general, que en un encuentro con medios remarcó que, de media la permanencia de Unirisco en el capital de las startups y spin-off en las que invierte oscila "entre los cinco y los siete años".
Proyectos en fase "presemilla o semilla"
La entidad brinda respaldo a grupos que desarrollan soluciones tecnológicas y científicas "que contribuyen al bienestar de las personas "cuando se hallan "en fase presemilla o semilla", un estadio en el que suele resultar complejo captar a inversores tradicionales por el nivel de riesgo que conlleva traducir los resultados de la investigación en proyectos empresariales de éxito.
"Si queremos transformar el conocimiento universitario en tejido empresarial hace falta más músculo", remarca Rodríguez, que refrenda que el emprendimiento en el ámbito académico va en ascenso y que los proyectos de interés faltos de apoyo son muchos.
Un tique medio de inversión inicial de 100.000 euros
El tique medio de la inversión inicial es de 100.000 euros, con opción de acometer desembolsos adicionales hasta 500.000 euros.
Hoy, Unirisco gestiona una cartera de diez participadas que suman activos por 10 millones. Entre ellas figura Batea Oncology, que ha desarrollado un dispositivo médico para el tratamiento radioterápico de pacientes con glioblastoma.
Otras apuestas son la lucense Tastelab, que ha digitalizado el proceso de análisis sensorial de las catas; Situm y su sistema de guiado en interiores; Inverbis, que utiliza la IA para optimizar la gestión sanitaria; Codee, especialista en inspección automática de código generado por desarrolladores, y las biotech Diversa Technologies, Gazella y Palobiofarma.
La agricultura en contenedor que da el salto industrial
En el portfolio de Unirisco figura Néboda Farms, una startup viguesa impulsada por dos ingenieros de la automoción que crearon un sistema de agricultura vertical en un contenedor mediante hidroponía.
Este miércoles trascendió que el proyecto recibirá 500.000 euros del Centro de Desarrollo Tecnológico y la Innovación, dependiente del Estado, para fabricar una planta industrial de 1.800 m2. Oncostellae, participada por Unirisco y que produce compuestos contra los fibromas uterinos y el cáncer colorrectal, recibirá 279.000 euros.
