Bernat Escolano desvela lo que ocurre con los coches siniestrados en los desguaces: "Si da tanto dinero, hazlo tú"
Los desguaces de coches juegan un papel fundamental en la economía circular del sector automovilístico español. Bernat Escolano, profesional del sector, ha destapado el verdadero funcionamiento de estos establecimientos, desmitificando la idea de que son negocios que se enriquecen fácilmente. Utilizando como ejemplo un Kia Stonic de apenas 5 años declarado siniestro total tras un accidente menor, Escolano ha explicado detalladamente el proceso de reciclaje y aprovechamiento de piezas que permite abaratar costes para los conductores y reducir el impacto medioambiental.
"Un desguace no compra coches por lo bonitos que están, sino por lo que pueden dar", afirma Escolano, dejando claro que la rentabilidad depende del valor de las piezas recuperables. Cuando un vehículo es declarado siniestro total por una aseguradora, el propietario recibe la indemnización correspondiente y el automóvil pasa a subasta o puede ser vendido directamente por el dueño, según lo que resulte más ventajoso económicamente. Es en este punto donde los desguaces entran en acción, evaluando meticulosamente qué componentes pueden salvarse y reutilizarse.
El caso del Kia Stonic mencionado resulta particularmente ilustrativo: a pesar de presentar daños en la parte trasera, la mayoría de sus componentes permanecen en perfecto estado y pueden ser aprovechados. Interior, motor, sistemas electrónicos, faros, pantallas, sensores y puertas son solo algunos ejemplos de piezas que, tras una minuciosa revisión, pueden volver a circular en otros vehículos similares, ofreciendo una alternativa económica y sostenible a las piezas nuevas.
El proceso de recuperación de piezas en un desguace profesional
El trabajo en un desguace moderno va mucho más allá de la simple extracción de componentes. Cada pieza pasa por un riguroso protocolo de desmontaje, inspección y catalogación antes de ponerse a disposición de los clientes. Los técnicos especializados evalúan el estado y funcionalidad de cada elemento, garantizando que solo aquellos que cumplen con los estándares de calidad y seguridad lleguen al mercado de recambios.
"Si da tanto dinero, hazlo tú", responde Escolano a quienes consideran que este es un negocio extremadamente lucrativo. La realidad es que detrás de cada vehículo procesado hay un trabajo minucioso y especializado que requiere conocimientos técnicos, instalaciones adecuadas y cumplimiento de normativas medioambientales cada vez más exigentes. No se trata simplemente de desmontar un coche accidentado y vender sus piezas, sino de un proceso industrial complejo que permite maximizar el aprovechamiento de recursos.
Los beneficios de este sistema son múltiples. Por un lado, los conductores pueden acceder a repuestos originales a precios considerablemente más bajos que los nuevos. Por otro, se reduce significativamente la generación de residuos y la necesidad de fabricar nuevos componentes, lo que supone un importante ahorro energético y de materias primas. Según datos del sector, cada vehículo reciclado adecuadamente puede proporcionar piezas para mantener en circulación hasta 20 automóviles similares.
La economía circular en el sector automovilístico
El trabajo de los desguaces profesionales constituye un pilar fundamental de la economía circular en el ámbito automovilístico. En 2025, con la creciente preocupación por la sostenibilidad y el medio ambiente, estos establecimientos han evolucionado considerablemente, adoptando procesos más eficientes y respetuosos con el entorno.
La normativa española y europea establece requisitos estrictos para la gestión de vehículos al final de su vida útil, obligando a recuperar y reutilizar un porcentaje cada vez mayor de sus componentes. Los desguaces autorizados no solo deben gestionar adecuadamente los residuos peligrosos como aceites, baterías o líquidos refrigerantes, sino también maximizar la recuperación de materiales reciclables como metales, plásticos y vidrios.
Este modelo de negocio representa una alternativa sostenible frente a la cultura de usar y tirar. Al prolongar la vida útil de componentes automovilísticos, se reduce significativamente la huella de carbono asociada a la fabricación de nuevas piezas y se disminuye la presión sobre vertederos y plantas de tratamiento de residuos. Según estimaciones del sector, cada tonelada de material reciclado procedente de vehículos fuera de uso evita la emisión de aproximadamente 1,5 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Beneficios para los conductores y propietarios de vehículos
Para los propietarios de automóviles, el sistema de desguaces profesionales ofrece ventajas significativas. El acceso a repuestos originales a precios reducidos permite ahorrar considerablemente en reparaciones, especialmente en vehículos con cierta antigüedad cuyos componentes nuevos pueden resultar prohibitivamente caros o incluso estar descatalogados.
En el caso concreto de modelos como el Kia Stonic mencionado por Escolano, los propietarios pueden encontrar piezas específicas que mantienen la calidad original del fabricante a un coste entre un 50% y un 70% inferior al de los componentes nuevos. Esto resulta particularmente relevante para elementos como sistemas electrónicos, componentes de la dirección o piezas del habitáculo, cuyo precio en concesionarios oficiales suele ser elevado.
Además, la utilización de piezas procedentes de desguaces autorizados no compromete la seguridad ni el rendimiento del vehículo, siempre que se adquieran en establecimientos que garanticen la trazabilidad y el correcto funcionamiento de los componentes. La mayoría de estos negocios ofrecen garantías sobre las piezas vendidas, proporcionando tranquilidad adicional a los compradores.
¿Qué ocurre cuando un vehículo es declarado siniestro total?
Uno de los aspectos menos conocidos por los conductores es el procedimiento que se sigue cuando un vehículo es declarado siniestro total. Contrariamente a la creencia popular, no todos los coches con esta calificación acaban en la chatarra. Las compañías aseguradoras consideran siniestro total aquellos casos en que el coste de reparación supera un determinado porcentaje del valor venal del vehículo, generalmente entre el 75% y el 100%, dependiendo de la póliza.
Cuando esto ocurre, como en el caso del Kia Stonic mencionado por Escolano, el propietario recibe una indemnización económica y puede optar por diferentes alternativas. Una posibilidad es ceder el vehículo a la aseguradora, que posteriormente lo subastará entre empresas especializadas. Otra opción es conservar el coche siniestrado y venderlo por cuenta propia, lo que en ocasiones puede resultar más rentable.
Los desguaces profesionales participan activamente en estas subastas, evaluando previamente el potencial de recuperación de piezas de cada vehículo para determinar cuánto están dispuestos a pagar por él. Esta valoración depende de múltiples factores, incluyendo la demanda de recambios para ese modelo específico, su antigüedad, el tipo de daños que presenta y el estado general de sus componentes.