De la vieja escuela

En fase aún de prototipo, nos subimos al Ineos Grenadier un 4x4 que no deja indiferente.
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photo_camera El Ineos Grenadier es capaz de garantizar la movilidad en las condiciones más complicadas. EP

En un mercado global dominado por los SUV o todocamino, el segmento de los auténticos 4x4 se ha ido quedando cada vez más desierto hasta el punto de que hoy casi no quedan modelos de los de antes, capaces de vadear un profundo río o superar una difícil trialera. Ineos Automotive ha sabido ver este vacío y cada vez está más cerca del lanzamiento comercial de su primer modelo, el Grenadier, que llegará dispuesto a dominar este mercado.

Los primeros prototipos de este modelo, cuya producción oficial se iniciará en el mes de julio, ya han empezado a salir de la factoría francesa de Hambach y, precisamente, es en una de estas primeras unidades preserie a las que ya nos hemos podido subir para comprobar de primera mano cómo es su comportamiento en las condiciones de uso más exigentes.

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El puesto de conducción resulta espectacular. EP

El Ineos Grenadier, cuyo lanzamiento comercial se hará de forma casi simultánea en 35 mercados de los cinco continentes, recuerda en sus formas exteriores al anterior Land Rover Defender, aunque desde luego no es ninguna imitación.

Con una longitud de 4,93 metros por 1,93 de ancho y 2,03 de alto, mecánicamente recurre a propulsores de origen BMW, gasolina o diésel, que comparten una misma cilindrada de 3.0 litros y bloque de seis cilindros. En el caso del motor de gasoil la potencia es de 249 caballos con un par máximo de 550 Nm, mientras que el gasolina ofrece 285 caballos con un par de 450 Nm. Además, de cara al futuro, la marca ya trabaja en una posible versión de hidrógeno como solución más ecológica.

Independientemente de la versión elegida la tracción es total permanente con caja de cambios automática —una ZF de ocho velocidades—, reductora y tres bloqueos de diferencial.

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El chasis es de largueros y la suspensión de ejes rígidos. EP

Como no puede ser de otra forma en un todoterreno puro, el chasis es de largueros y la suspensión de ejes rígidos.

Sentado en el asiento del copiloto, lo primero que llama la atención es el gran espacio interior y, sobre todo, la utilización de unos materiales que se ven resistentes y funcionales para un tipo de uso del vehículo muy intensivo. Pero, sin duda, es por la suavidad y confort de sus suspensiones por lo que más destaca una vez en marcha.

Aunque para los distintos mandos se ha buscado la máxima funcionalidad hay también concesiones a la modernidad, como la pantalla central táctil del salpicadero —en tamaño de 12,3 pulgadas— o sistemas de conectividad Apple CarPlay y Android Auto para el teléfono móvil.

A todo esto hay que añadir una serie de botones y mandos —que incluso se pueden manejar con los guantes puestos— para controlar los distintos sistemas del vehículo con el fin de asegurar su movilidad hasta en las situaciones más complejas.

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La previsión de la marca es la de vender entre 700 y 1.000 unidades al año en España. EP

Y es que si en estas condiciones los numerosos controles electrónicos con los que cuenta este modelo resultan vitales para salir airoso de cualquier situación, también ayuda, y mucho, su diseño exterior que permite hasta 264 milímetros de altura libre al suelo y ángulos de ataque y salida de 35,5 y 36,1 grados, respectivamente.

En los próximos meses Ineos dará a conocer su estructura comercial en España, aunque su previsión es vender en este mercado entre 700 y 1.000 unidades al año. Ahora, ya solo falta que se haga público su precio final.

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