El diésel electrificado que consigue 1.000 kilómetros de autonomía
Dentro de la familia de motores de la Serie 1 de BMW, la versión diésel más potente, la que equipa el 120d de 163 caballos, se perfila como la opción más lógica y eficiente para aquellos usuarios que deben recorrer un gran número de kilómetros al año.
Este modelo incorpora un motor 2.0 turbodiésel de 150 caballos que trabaja en conjunto con un propulsor eléctrico auxiliar de 20. Esta combinación híbrida (mild-hybrid) permite alcanzar una potencia máxima de 163 caballos, lo que resulta suficiente para ofrecer unas buenas prestaciones pero sin comprometer el consumo.
Pero la verdadera ventaja de este modelo radica en su autonomía, ya que con un depósito de 49 litros de gasóleo, se pueden recorrer unos 1.000 kilómetros en condiciones normales de conducción, tal y como hemos tenido la oportunidad de comprobar recientemente.
De hecho, en uso cotidiano y con conducción tranquila, es perfectamente posible mantener consumos medios por debajo de los cinco litros cada 100 kilómetros y aunque se opte por una conducción más deportiva y agresiva, esta cifra nunca subirá más allá de los nueve litros de media, lo que resulta impensable para muchos modelos actuales con cifras de potencia similares.
Este buen nivel de prestaciones va acompañado de un excelente comportamiento en carretera. Su chasis responde con agilidad, especialmente en las unidades que incorporan la suspensión adaptativa deportiva incluida en el paquete M Sport, como era el caso de la unidad que tuvimos la ocasión de probar.
Esta configuración, aunque algo firme, proporciona un control óptimo de la carrocería. La dirección también cumple con las expectativas, ofreciendo una asistencia bien calibrada y un excelente tacto y precisión.
Un equipamiento que incluye numerosos asistentes a la conducción
Otra ventaja adicional son sus sistemas de asistencia a la conducción, que no resultan intrusivos y pueden desactivarse fácilmente si el conductor lo prefiere, lo que en determinado tipo de trazados es muy de agradecer para poder tener un control más directo sobre las reacciones del vehículo.
Por su parte, la caja de cambios de doble embrague destaca por su precisión y suavidad cuando se está circulando, aunque como contrapartida se desvela un poco brusca en maniobras a baja velocidad o en aparcamiento.
Calidad en los materiales del interior y una apuesta por la digitalización
En cuanto al interior, el BMW 120d presenta acabados de alta calidad, como es habitual en la marca alemana. Esta nueva generación ha apostado por la digitalización, eliminando numerosos botones físicos presentes en el modelo anterior, por lo que una gran parte de los controles se realizan de forma táctil en la pantalla central, lo que en determinados casos exige un cierto periodo de adaptación.
Las plazas traseras ofrecen un espacio aceptable, sobre todo, si se tiene en cuenta las compactas dimensiones de la carrocería. En cuanto al maletero, la versión estándar dispone de 380 litros, pero en el caso específico del 120d, la capacidad se reduce a 300 litros debido al espacio ocupado por la batería de alta tensión del sistema mild-hybrid.
A la venta desde 40.800 euros
En cuanto a precio, el BMW 120d parte de una tarifa de 40.800 euros, aunque esta cifra se puede incrementar en algo más de 10.000 euros, si se incluyen paquetes de equipamientos como el M Sport y otros extras que mejoran tanto la estética como las prestaciones del vehículo.
