El Mini Cabrio llega al mercado manteniéndose fiel a los motores de gasolina
La cuarta generación del emblemático Mini Cabrio acaba de llegar al mercado español. Se trata de un modelo que ha conquistado a los amantes de la conducción al aire libre desde que apareció por primera vez como serie limitada en 1992. Esta renovada versión, que complementa a las carrocerías cerradas de 3 y 5 puertas disponibles desde principios de 2024, mantiene la filosofía que ha hecho único a este vehículo: dimensiones compactas, espíritu deportivo y la posibilidad de disfrutar de una conducción al aire libre con el techo completamente plegado.
El nuevo Mini Cabrio se presenta con tres opciones mecánicas, todas ellas de gasolina y con cambio automático de siete velocidades. La gama comienza con el Cooper de 163 CV (33.350 euros), continúa con el Cooper S de 204 CV (35.850 euros) y culmina con la versión más deportiva, el John Cooper Works de 231 CV (43.640 euros). Estos precios suponen aproximadamente 5.500 euros más respecto a sus equivalentes con carrocería cerrada de tres puertas.
Así es el comportamiento en carretera de este lúdico modelo
Recientemente, hemos podido realizar una primera toma de contacto con la versión Cooper S, comprobando cómo este modelo mantiene intacto su ADN de diversión y deportividad, ahora con un enfoque más tecnológico y refinado.
Su comportamiento no decepcionará a quienes busquen un coche de carácter dinámico, deportivo y muy divertido de conducir.
Por lo demás, el Mini Cabrio 2024 conserva las líneas características que lo han hecho reconocible durante décadas, pero con una interpretación más contemporánea. Sus dimensiones siguen siendo muy contenidas, con apenas 3,88 metros de longitud, lo que le permite mantener esa agilidad que tanto se agradece en entornos urbanos.
La capota, disponible de serie en color negro (con opción a personalización con la bandera británica), se acciona eléctricamente en apenas 18 segundos y permite su apertura o cierre en marcha hasta velocidades de 30 kilómetros por hora.
Un interior sencillo pero muy tecnológico
En el interior, la revolución es completa. Mini ha eliminado el cuadro de instrumentos tradicional frente al conductor, sustituyéndolo por un head-up display proyectado sobre una lámina delante del parabrisas. El centro de atención recae sobre una pantalla central circular de 10 pulgadas de alta resolución, donde se concentra toda la información: velocidad, navegación, climatización y sistemas multimedia.
El Mini Cabrio ofrece cuatro plazas, aunque las traseras resultan ajustadas, especialmente cuando se circula con la capota cerrada.
En cuanto al maletero, su capacidad es de 215 litros con el techo puesto, reduciéndose a 165 litros cuando está plegado. Para quienes prioricen la capacidad de carga sobre las plazas traseras, existe la posibilidad de eliminar los asientos posteriores, ampliando el espacio hasta los 665 litros.
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