Abastos 2.0, una excelente referencia

Diego Pazos y Marcos Cerqueiro (Abastos 2.0), el martes en Santiago (Foto: PEPE FERRÍN)
photo_camera Diego Pazos y Marcos Cerqueiro (Abastos 2.0), el martes en Santiago (Foto: PEPE FERRÍN)

La plaza de abastos de Santiago es, según dicen, el segundo lugar más visitado de la ciudad del Apóstol tras la catedral. No es ninguna joya arquitectónica aunque tenga cierta personalidad. Lo que sí tiene es un buen mercado de productos de proximidad de la huerta y el mar, una renovación estética e higiénica profunda y una buena animación. Le falta, a mi modesto entender, un control y una información añadida para el consumidor en ciertos productos: el puesto que vende fruta debe indicar y garantizar la procedencia, por citar un ejemplo. Tiene que verse la diferencia de productos entre compra en una gran superficie y la compra en la plaza de abastos. La de Santiago tiene prácticamente todo el recorrido hecho.

Una novedad importante en esta renovación fue el bar-restaurante-tapeo Abastos, abierto al exterior de la plaza pero metido en el propio edificio. Fue un éxito rápido por la calidad y la innovación. Tuvo y tiene proyección fuera de Galicia y cuenta con un público fiel.

El local Abastos 2.0 está enfrente de esta primera iniciativa de restauración en la plaza de abastos. Se encuentra del otro lado de esta rúa empedrada que lleva hasta la Praza de San Agustín y la iglesia de los jesuitas. Abastos 2.0 cuenta con una decoración con personalidad, material de austeridad acorde a los tiempos, con concesiones a un viejo almacén y guiños a esta sociedad de la información como la carta en una pantalla y detalles sobre los platos y los vinos. Destaca una iluminación perfecta para una calurosa noche de verano.

La carta he querido entender que se crea exclusivamente en base a producto gallego, con un día semanal, al menos en agosto, dedicado por la noche a una hamburguesa con carne gallega. El menú degustación es un recorrido por el mar, la huerta y la mejor tradición de la cocina gallega. Ningún parecido, por supuesto, entre uno de estos platos 2.0 y la presentación tradicional. Pero ahí están lo sabores originarios, que es lo que importa. Hay innovación pero se respeta o trabaja en base a sabores de productos que se identifican fácilmente.

Del servicio se puede decir que bueno, atento y cordial. Un local de este tipo pide una cierta complicidad entre el cliente y la casa. La noche que pasamos por allí estaba plenamente lleno, de un público que se diría integrado en las nuevas tecnologías y alejado de las formalidades del traje y la corbata.

Es importante esta exitosa experiencia para trasladar en la recuperación que se plantee de otras plazas de abasto en Galicia. Puede apoyar la imagen de calidad de la propia plaza de abastos, como contribuir esta a esa misma imagen para el restaurante.

En Lugo ahora mismo hay una experiencia de oferta de comida en la plaza. No es todavía por espacio, oferta y concepción de horarios Abastos 2.0 ni el primer Abastos compostelano. Pero sí que puede ser un pilar importante en la recuperación de la plaza de abastos si esta además opta con determinación por la producción de su propio entorno, el control y la calidad. Los usuarios lo alabaremos.

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