Consejos para conseguir superar un herpes genital en el menor tiempo posible

Una de cada mil personas padecerá esta dolencia a lo largo de su vida

Según las estadísticas, una de cada mil personas padecerá (o ha padecido) herpes genital a lo largo de su vida. Esta enfermedad de transmisión sexual es provocada por el virus de herpes simple, que a su vez se divide en dos grupos: virus del herpes simple 1 y virus del herpes simple 2. El primero es el responsable del herpes labial, lo que conocemos popularmente como 'calenturas'. Su radio de acción es la boca, principalmente los labios, aunque puede extenderse por todas las mucosas alcanzando incluso las encías. Estas quemazones o ampollas aparecen en los labios y son muy molestas, ya que al picor y dolor que producen hay que sumarle fiebres ocasionales, cansancio y dolores de cabeza. El contacto directo con la saliva y secreciones orales es la forma más común de transmisión. Incluso cabe la posibilidad de que llegue a convertirse en herpes genital mediante la práctica de sexo oral.

El segundo tipo de virus del herpes simple (el tipo 2) es el que conocemos como virus del herpes genital. Al igual que el virus del herpes simple 1, este afecta casi por igual a hombres y mujeres. Se cree que el número de afectados es más numeroso en el sexo femenino, aunque lo que realmente ocurre es que la mujer presenta, normalmente, síntomas más agresivos y visibles que los hombres. De hecho, hay personas, hombres en su mayoría, que pueden estar infectados y no mostrar síntomas. Es por eso que el uso de preservativo se hace indispensable en la práctica sexual, sobre todo si se realiza con desconocidos.

Los síntomas (comúnmente llamado brotes) del herpes genital tipo 2 son los mismo que los del herpes genital tipo 1: llagas, ampollas, picor, enrojecimiento de la piel, escozor, supuraciones… y en muchos casos, fiebre y malestar general. Estos síntomas se suelen concentrar en la zona genital del paciente (hombre o mujer), y puede llegar a extenderse por muslos, abdomen y nalgas. Estos brotes se suelen repetir mediante ciclos temporales, aprovechando aquellos momentos en los que el cuerpo está más indefenso, ya sea por tener bajas las defensas o por estar estresado. Una vez alojado en el cuerpo, el virus permanece ahí para siempre. No existe cura para el virus, pero es posible controlar los síntomas de el herpes genital con estos remedios caseros. Aunque al igual que ocurre con todas las enfermedades, el mejor remedio es la prevención. Practicar sexo seguro y mantener una higiene concienzuda, así como una alimentación rica en frutas con zinc y un estilo de vida saludable, es lo mejor que podemos hacer para reducir las estadísticas.

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