Al final, el chef Martín Berasategui (tres estrellas Michelín) no pudo presidir el jurado de la tercera semifinal del concurso Cocinero del Año y lo hizo Jordi Cruz, jefe de cocina del restaurante L´Angle (una estrella Michelín), ubicado en San Fruitós de Bages, en la provincia de Barcelona. Cruz, ganador en 2006 de la primera edición este mismo certamen, habla de España como un lugar en donde puede encontrarse una de las mejores cocinas del mundo, pero también de que hay que ver los fogones de forma más desenfadada, porque lo importante, también este caso, asegura que es pasarlo bien.
PREGUNTA.- ¿Cuál ha sido el nivel de los participantes?
RESPUESTA.-Además de que el nivel ha sido alto, resulta interesante ver que todos, más o menos, lo tienen muy parecido. Además, mostraron muchas ganas, mucha motivación y utilizaron productos de la tierra. Ello refleja, en el caso de los de aquí, que son cocineros que tienen espíritu gallego y que quieren no sólo ganar sino potenciar su territorio.
P.-Cada vez más, detrás de un buen restaurador hay ya un 'segundo' pisando fuerte y dispuesto a proyectarse en concursos como este...
R.-Es cierto, pero la lástima es que no se presenten más 'primeros espadas'. Siempre digo lo mismo, en este oficio tenemos que perder el respeto a muchas cosas. Hacer las cosas por pasarlo bien y da lo mismo quien gane o pierda. El premio está enfocado al mejor cocinero de España, no al más joven, sino al que tenga más ganas de hacerlo bien.
P.-Sólo uno ganará, son muchos los que tienen que esperar a una mejor ocasión...
R.-En mi semifinal participaron mil cocineros y de todos quedamos ocho para la final. Ganó uno y yo me hice con unos setenta amigos. Aunque sólo gane uno, a la postre, lo importante es ver cosas, pasarlo bien y hacer grande la gastronomía de este país.
P.-Pero al que obtiene la primera posición se le abren muchas puertas...
R.-Eso es cierto. Una vez que has ganado, el 'Cocinero del Año' dice que te pondrá en boca de todos, y yo puedo asegurar que eso lo cumplen. Pero el que no gana no pierde nada. Al contrario, gana amigos, experiencia, salir de la cocina y aprender.
P.-¿Qué la parece el Centro Superior de Hostelería de Galicia?
R.-Es un centro superbonito, en un paraje idílico, con unas instalaciones más que buenas y con una gente y un personal que se ha desvivido para que el concurso funcione al máximo. No se puede decir nada malo, está muy bien equipado y las futuras generaciones pintan excelentemente.
P.-Habrá que tener cuidado con que algún día haya demasiados cocineros, por muy buenos que sean...
R.-Aquí,en Galicia, el director del Centro Superior de Hostelería me comentó que tienen unos doscientos alumnos. En mi tierra, en Cataluña, desgraciadamente, las aulas de hostelería están cada vez más vacías. No obstante, creo que faltan buenos profesionales y faltan en todos lados.
P.-¿Qué nota le da a la gastronomía gallega?
R.-Conozco la gastronomía gallega de viejo y siempre digo lo mismo. Una zona de España que tiene buen producto, una cocina regional interesante, muy rica y que cuenta con buenos profesionales, el resultado siempre es bueno. Y no hay más.
P.- En 2010 se celebra en Santiago el Fórum Gastronómico, en el que parece que se quiere tirar la casa por la ventana, al coincidir con el próximo Año Santo...
R.-Como fiesta seguro que será muy interesante, pero falta ver el ánimo de los cocineros, porque estamos en un momento un poco extraño. La crisis ha generado muchas sinergias negativas y los cocineros están en un momento bajo de ánimo. Esperemos que de aquí hasta entonces, la cosa se recupere y venga un renacer de esta gastronomía que nos está haciendo importantísimos en todo el mundo.
