Existen clásicos del mundo de las fragancias, como este perfume, que despiertan pasiones allá por donde pasa el hombre que las lleva. Son aromas que consiguen enamorar a su paso. Pero ahora el sector quiere ir un paso más allá.
Y es que hace ya mucho que se intenta investigar el comportamiento que puede provocar en otras personas la liberación de feromonas. Fue en 1986 cuando por primera vez se habló de las feromonas humanas. Y ahora, un nuevo informe señala que producimos señales químicas informativas de manera inconsciente.
La novedad está ahora en que las feromonas humanas aportan información acerca de la masculinidad o la feminidad de quien las segrega, según el género y la orientación sexual de la persona que las detecta. Esto significaría que las feromonas darían el primer paso hacia la predisposición por el sexo.
¿Qué opinan los científicos de los perfumes con feromonas?
Es decir, bastaría con rociarse con un poco de perfume que contenga estas feromonas, para ir por la vida despertando deseo sexual en cualquier persona dentro de un mismo género o preferencias sexuales.
Existen más estudios en esta línea. Hace algunos años, se apuntaba a que un perfume mezclado con feromonas sintéticas actuaría como imán sexual, aumentando el atractivo de las mujeres para los hombres. Concretamente, se descubrió que hasta un 74% de quienes usaban estos perfumes veían aumentados los besos, caricias y el afecto recibido, junto con sus relaciones sexuales y cifra de citas formales.
Sin embargo, otras voces apuntan en otra dirección. Algunos especialistas señalan que estos perfumes pueden funcionar más por efecto placebo que por razones científicas, ya que se trata de un olor agradable que da mayor seguridad a quienes los utilizan, generando un efecto positivo.
Los perfumes que tienen feromonas no convencen a todos
De hecho, son muchos los científicos que han puesto en entredicho los estudios que avalan la eficacia de los perfumes con feromonas, explicando que están financiados por los propios fabricantes, y que no cumplen con una correcta metodología o los resultados no son concluyentes. Tanto es así, que un famoso químico estadounidense afirma con rotundidad que no existe algo así en los seres humanos.
Un estudio demostró que no había ningún cambio en el comportamiento de los participantes al verse expuestos a ambas hormonas esteroides. Al respecto de lo cual, el líder de la investigación afirmaba estar convencido de que estos esteroides no funcionan.
Otros científicos van más allá aún, afirmando que el órgano de Jacobson, conocido también como órgano vomeronasal y que debe detectar las inodoras feromonas, se encuentra atrofiado en todos los primates, eress humanos incluidos. Esta es una teoría que se ha discutido también hasta la saciedad.
Si algo queda claro pues, es que no hay acuerdo alguno en relación a las feromonas. No obstante, las marcas se agarran a cualquier prueba mínima, aun cuando no haya consenso científico, para llenar los escaparates de las perfumerías de productos supuestamente feromonados. Así que probablemente estemos más ante una estrategia de marketing, que ante una evidencia científica.
