Qué debemos tener en cuenta si queremos un edredón de calidad

Edredón
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Se terminan las olas de calor asfixiante en toda la península ibérica y se aproxima un clima un poco más templado, aunque bien es cierto que el termómetro rara vez baja de los 30º. De modo que la sábana puede quedarse un poco corta para arroparte por las noches, ya que no será suficiente escudo para mantenerte caliente.

Un edredón se convierte no solo en un abrigo nocturno sino también en una protección que incluso puede ofrecerte una mejoría en tu estilo de vida. En ese sentido, bastaría solo con decir que sería imposible dormir bien desabrigado en temperaturas como las del invierno ibérico, lo cual afectaría notablemente la manera en la que te desenvuelves durante tus periodos de actividad.

El invierno acabará llegando, no cabe duda, y la calefacción del hogar puede ayudar a mejorar un poco las cosas, pero cuando el termómetro cae por debajo de cero, es difícil que dentro de la casa no haga frío por las noches. Durante los primeros días, estar en contacto constante con temperaturas bajas después de haberte acostumbrado a los 20 o 30 grados que hacen en verano, puedes enfermarte con facilidad.

Si además de tener que salir a la calle con frío, imagina también tener que dormir a sueltas con la intemperie de tu habitación. Fácilmente podrías contraer un resfriado que se alargue más de la cuenta. Unos edredones baratos y sencillos podrían hacer que las cosas mejoren considerablemente durante el invierno.

También deberíamos considerarnos desempolvar los viejos edredones que han estado una larga temporada encajonados. Al ser de materiales tan gruesos, pueden albergar ácaros generadores de enfermedades letales como el asma o la neumonía. De modo que si no cuentan con una tecnología antiácaros no deberían ser utilizados luego de tres meses de hacinamiento.

Además, como complemento decorativo es un excelente elemento que puede aportar mucho a tu diseño de interiores. En el mercado podemos encontrar edredones de todo tipo de materiales y diseños, alguno se adaptará perfectamente al concepto que deseas aplicar en tu habitación o la de los niños.

Siendo creativos podríamos utilizarlo incluso como medio de seguridad. Si colocas un par de edredones en el suelo tendrás suficiente espacio para que tu bebé aprenda a caminar sin riesgos de lastimarse cuando se caiga para atrás. Con un poco de imaginación podemos encontrarles muchos usos a los edredones durante el invierno pero ¿Qué cosas hay que saber antes de comprar uno?

Cómo elegir su edredón
A continuación tratamos en profundidad los factores a tener en cuenta a la hora de elegir un edredón:

- Calidad: La calidad del edredón es lo primero que debemos considerar al momento de comprar uno. Cuando se trata de productos que serán utilizados a largo plazo, lo mejor siempre es pensar en que es una inversión y no un gasto. Si compras algo de mala calidad, luego de la primera lavada perderá su buen aspecto y puede romperse con facilidad, sin olvidarnos de que pueden perder el nivel de protección contra el frío, su principal función. Además, al no tener una protección antiácaros tendrás que cambiarlos el siguiente invierno porque seguramente al sacarlo las condiciones no serán las mejores.

De modo que debemos pensar siempre en comprar un edredón de calidad más allá de su precio. Para saber esto solo debemos fijarnos en el material de la superficie y en su relleno. Cuanto más relleno, más resistente es el producto. También recuerda la protección antiácaros, un tema importante de cara a la protección de toda la familia.

- El tipo de relleno: Una vez conoces los estándares básicos de la calidad de un edredón, puedes comenzar a ser más exigente. Hay una diferencia notable entre un edredón de relleno sintético y uno con relleno natural. Pero cada uno tiene sus ventajas con respecto al otro. El primero es menos cómodo y tiene menos capacidad para absorber la humedad, pero son mucho más fáciles de lavar y más económicos. Sin embargo, en cuestión de comodidad nada supera lo que te ofrece un edredón de plumas de ganso.

- Confección: Este punto es clave para las expectativas del producto a futuro. Debes fijarte en la manera en la que ha sido fabricado el producto, como lo ensamblaron. Es indispensable que un edredón tenga cámaras de aire para que el relleno se reparta de manera equitativa por todo el diseño, sin formar bultos y vacíos que posteriormente estropeen su capacidad para brindar calidez.

- Gramaje: Por último debes fijarte en el gramaje, que viene indicado generalmente en el empaque del edredón. Se refiere a la cantidad de calor que puede proporcionarte. Mientras mayor es el gramaje más cálido es el producto. Aunque este punto no está asociado a la calidad como tal, pero sin dudas es un punto indispensable.

Con estas simples características, no te será difícil encontrar un edredón de calidad a buen precio. Además, las grandes fabricantes ofrecen constantemente promociones para que adquieras muchos edredones sin gastar mucho.

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